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Ene 17

Agua de piscina y rayos del sol, fuentes de riesgo para contraer conjuntivitis

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  • Existen colirios descongestivos, sin corticoides, para utilizar al salir de la pileta.
  • Ante cualquier molestia ocular, concurrir inmediatamente al especialista.

La exposición al sol sin ninguna protección puede traer graves consecuencias, principalmente en el área ocular, causando irritaciones, lesiones en córnea, quemaduras en párpados, pterigión (carnosidad) y hasta catarata.

La encargada del Programa de Salud Ocular del Ministerio de Salud Pública, Dra. Luz Marina Quintana, advierte que las piscinas pueden constituir una importante fuente de transmisión para contraer conjuntivitis, tanto las de tipo alérgicas por los productos químicos utilizados en ella, como las infecciosas, porque el agua se convierte en un excelente caldo de cultivo para el desarrollo de este mal.

Para evitar contraer conjuntivitis, es indispensable asegurarse de que la piscina esté lo más limpia posible.

En caso de presentar irritaciones por el cloro, existen colirios descongestivos, sin corticoides para luego de las piscinas. La profesional sugiere la consulta al oftalmólogo y advierte que en ningún caso es recomendable la automedicación, ya que se corre el riesgo de lesionar la visión.

“A la hora de exponerse al sol, Quintana explica que es fundamental utilizar lentes con protección adecuada para proteger los ojos de los rayos ultravioletas. Estas deben ser prescriptas por los oftalmólogos y adquiridas de ópticas debidamente habilitadas y no arriesgar la salud ocular.

Se recomienda a las personas que sufren problemas visuales que sus lentes cuenten con la graduación o aumento indicado y del material específico, según la necesidad: antirreflejos (para pacientes con cataratas), protectores contra rayos ultavioleta, etc.

Está comprobado que si los lentes no coinciden con la graduación pueden causar numerosos efectos. En los adultos, puede provocar dolores de cabeza y visión borrosa; en los/as niños/as, no solo puede causar mala visión y cefalea, sino que altera el desarrollo normal de la visión, produciendo ambliopatía, una afección irreversible, caracterizada por la disminución de la agudeza visual sin que exista ninguna lesión orgánica que la justifique.