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Mar 03

Hoy se conmemora el “Día Internacional del cuidado del Oído y la Audición”

  • El 4,2% de la población mundial sufre algún déficit auditivo.
  • OMS plantea métodos para detección temprana.

audicionEl 3 de marzo fue elegido como el día para recordar “el cuidado  del oído y la audición” por su forma 3 – 3 ya que eso representa a las 2 orejas. Esta fecha fue propuesta como el “Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición” durante la 1° Conferencia Internacional en Prevención y Rehabilitación del Déficit Auditivo, celebrada en Beijín China, en Abril de 2007.

La pérdida auditiva se ha convertido en la lesión sensorial con más prevalencia  a nivel global, y por tanto en un problema que aumenta rápidamente en todo el mundo. Según los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se estima que existan 278 millones de personas sordas o con déficit auditivo discapacitante, que representa el 4.2% de la población mundial, de los que dos tercios viven en países en vías de desarrollo.

Son numeradas varias causas entre las que podemos mencionar los factores hereditarios, infecciones congénitas,  edad avanzada, exposición al ruido, uso de medicaciones ototóxicas, enfermedades infecciosas (Rubeola, Meningitis, etc.)

Existen diferentes tipos de sordera. La sordera se define como la pérdida completa en uno o ambos oídos; y por defecto de audición se entiende como la pérdida completa o parcial de la capacidad de oír.

Si tomamos como criterio la parte del oído que se encuentra afectada, se conocen dos tipos de defectos

  • El defecto de audición conductivo; problema en el oído externo o medio.
  • El defecto de audición neurosensorial; problema en el oído interno o el nervio acústico. casi siempre es permanente y requiere rehabilitación (audífono).
  •  La pérdida de la audición puede ser hereditaria, transmitida por alguno de los padres. Si uno o los dos progenitores o un pariente es sordo, hay un riesgo mayor de que una criatura nazca sorda.
  • El defecto de audición también puede ser causado por problemas durante el embarazo y el parto, tales como:
  1. Peso bajo al nacer: por nacimiento prematuro o porque la criatura es pequeña para la edad gestacional;
  2. Asfixia del parto o situaciones que causan hipoxemia del feto;
    1. Rubéola, sífilis u otras infecciones que aquejan a la mujer cuando está embarazada;
    2. Uso impropio de medicamentos ototóxicos (la lista reúne más de 130, como la gentamicina) en el embarazo;
    3. Ictericia grave, que puede lesionar el nervio óptico del recién nacido.

Causas adquiridas que pueden ocasionar pérdida de la audición a cualquier edad

  • Algunas enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis pueden ocasionar defectos de audición, principalmente en la niñez, pero también en época posterior de la vida.
  • Las infecciones crónicas del oído, que por lo común se manifiestan por supuración crónica, pueden causar pérdida de audición. En algunos casos estas infecciones pueden acarrear complicaciones graves e incluso potencialmente mortales, como absceso cerebral y meningitis.
  • El oído interno puede resultar dañado por efecto de medicamentos ototóxicos a cualquier edad; destacan en esta categoría algunos antibióticos y antipalúdicos.
  • Los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos pueden causar defectos de audición.
  • El ruido excesivo, por ejemplo, al trabajar con maquinaria o equipo ruidosos, oír la música a todo volumen o exponerse a ruidos muy intensos, como los disparos de arma de fuego o las explosiones, puede lesionar el oído interno y menguar la capacidad auditiva.
  • Pérdida de audición relacionada con el envejecimiento (presbiacusia): A medida que las personas envejecen, puede producirse un deterioro de la capacidad auditiva.
  • La obstrucción del conducto auditivo por la acumulación de cerumen o el encajamiento de cuerpos extraños puede causar pérdida de la audición a cualquier edad. Dicho trastorno suele ser leve y se puede corregir fácilmente.

La OMS sugiere algunas estrategias de prevención sencillas:

  • Vacunar a los niños contra las enfermedades propias de la infancia, en particular el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis.
  • Aplicar la vacuna contra la rubéola a las mujeres adolescentes y en edad de procrear antes de que se embaracen.
  • Efectuar pruebas de detección para descartar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas.
  • Mejorar la atención prenatal y perinatal, en particular mediante la promoción de los partos sin riesgos.
  • Evitar el uso de medicamentos ototóxicos a menos que sean recetados por un médico calificado y la posología sea vigilada cuidadosamente.
  • Cuando sea necesario, remitir a los bebés con riesgo elevado de sufrir estos problemas (por ejemplo, los que presentan antecedentes familiares de sordera, peso bajo al nacer o han sufrido asfixia del parto, ictericia neonatal, meningitis, etcétera) para la evaluación y el tratamiento.
  • Disminuir la exposición (por motivos de trabajo o personales) a los sonidos y ruidos excesivamente altos mediante la concientización, el uso de dispositivos de protección personal y la aplicación de leyes adecuadas.

Los defectos de audición conductivos se pueden prevenir mediante prácticas higiénicas para cuidar los oídos y la audición. Se los puede tratar apropiadamente mediante la detección temprana, seguida del tratamiento médico o quirúrgico que corresponda.

En los bebés y los niños pequeños, la detección temprana y el tratamiento oportuno evitan problemas con la adquisición del lenguaje y el aprovechamiento escolar.

El tratamiento depende de la causa y puede ser médico, quirúrgico o mediante implantes cocleares o audífonos. Fabricar audífonos asequibles y correctamente adaptados y procurar que los servicios de seguimientos sean accesibles resulta beneficioso para las personas con pérdida de audición. La fabricación de audífonos satisface menos de un 10% de las necesidades mundiales. En los países en desarrollo, llevan audífono menos de 1 de cada 40 personas que lo necesitan.

Fuente: OMS.