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May 25

Ministro eleva su mensaje en contra de las agresiones a médicos

  • Texto expresa, a título personal, que se necesita mayor tolerancia en las salas de espera.
  • Alienta a los profesionales de blanco a seguir en la senda del denodado trabajo en favor de la ciudadanía.

ministro1 (1)El Ministro de Salud Pública y Bienestar Social, Dr. Antonio Barrios, emitió su mensaje con respecto a los casos de agresiones que se registraron en contra del personal de blanco, mediante una carta escrita y cuyo contenido fue dado a conocer hoy.

El titular de la cartera sanitaria, se dirigió en un primer momento a la ciudadanía y posteriormente a sus colegas médicos, en los siguientes términos:

Me dirijo a ustedes para hablarles en primera persona sobre la Salud que todos nos merecemos y por la que estamos trabajando día a día.

Soy consciente, como Ministro de Salud, que reina preocupación respecto al estado de la Salud Pública en el país. Una salud pública que nos quisieron vender durante mucho tiempo de una manera que no era tal. Sin embargo, hoy estamos abocados a la renovación de nuestros hospitales, a sus equipamientos y a la incorporación de los recursos humanos necesarios para el funcionamiento correcto de los mismos. Esto no es fácil mientras que, a la par, tenemos que solucionar los problemas emergentes que siempre hacen que lo urgente tengan que venir antes que lo importante. Pero asumimos ese desafío, convencidos que, al final de estos años, podremos salir con frente en alto y con la satisfacción de nuestro deber cumplido.

Por hoy me quiero dirigir en especial a esos soldados de la primera línea de la salud pública, a aquellos sobre los que cae la responsabilidad y la misión de la atención en primera persona a cada paraguayo: a mis colegas y amigos los médicos. A estas personas, últimamente maltratadas para una injusta concepción de la atención en salud, y una opinión pública lamentablemente mal sensibilizada y contaminada por vicios de comunicación que no ayudan a la convivencia armónica en una sociedad de personas que se precien de ser tales, les quiero dar en este mensaje todo mi apoyo y solidaridad. Sé, como médico, que los casos que muchas veces les tocan tratar son extremos, motivados por las condiciones socioculturales de cada familia del país. Pero eso no justifica que sean los blancos de agresiones verbales, psicológicas y hasta físicas como las que estamos viendo a diario en nuestros hospitales.

Los médicos hoy son víctimas de situación de las que no tenemos precedentes, y como Ministro de Salud, lamento mucho, ya que son injustificadas, innecesarias y que desnudan que nuestra sociedad requiere una profunda revisión de sus conductas y actitudes para para con el semejante.

A ustedes, queridos compatriotas, que concurren a los hospitales y centros sanitarios del país, les pido que consideren, dentro de sus propias necesidades y problemas como pacientes o familiares, que son atendidos por personas que tienen también sus propias necesidades y problemas, que ponen lo mejor de cada uno en cuanto a conocimientos y formación al servicio de su salud, a veces atendiendo sin descansar lo suficiente y desvelándose porque sus pacientes recuperen su salud, siendo el primer contacto del niño al nacer con el nuevo mundo, o al menos, sosteniendo la mano del moribundo en sus último segundos sobre esta tierra, como si fuera su propio padre o madre. Tratemos de reconstruir la relación entre médico paciente, una de las más antiguas y productivas de las historia de la humanidad.

Y ustedes colegas, amigos, mi abrazo sincero y afectuoso, y mi gratitud por construir juntos este nuevo rumbo por el sendero de la salud pública, ejerciendo el noble apostolado de la medicina.