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Ene 28

Salud Pública advierte sobre los riesgos de la automedicación

  • Insiste a la población “no consumir medicamentos sin prescripción médica”.
  • Esta práctica puede generar reacciones adversas severas al organismo.
  • Inyectables deben ser aplicados en los servicios de salud, aconseja.

automedicacion“Insistimos a la ciudadanía que no se automedique, manifiesta la Dra. Águeda Cabello, directora general de Vigilancia de la Salud. Recomienda que, ante la aparición de fiebre, dolores o cualquier otro tipo de síntoma, acudir al servicio de salud más cercano para realizar la consulta correspondiente.

Refiere esencial consumir sólo aquellos medicamentos que hayan sido prescriptos por el profesional médico. Estos fármacos deben ser adquiridos de farmacias, puntualiza la Dra. Cabello.

Argumenta que esta medida es a los efectos de evitar ocultar otros síntomas. “Existen pruebas que al iniciar síntomas de Dengue y consumir estos medicamentos se enmascaran los primeros síntomas. Cuando el paciente llega a la consulta -con automedicación previa- lo hace con signos de alarma o con cuadros más graves. Esto ocurre igualmente con los cuadros respiratorios como la influenza, donde está demostrado que, si se consulta en forma temprana y se toman los medicamentos adecuados, se evitan casos de neumonía o neumonías graves”, asegura.

En el caso de los medicamentos inyectables, sostiene que lo recomendable es que éstos sean aplicados en servicios de salud, de forma a que si eventualmente se llega a producir una reacción adversa, se puedan establecer medidas de prevención.

“Muchas veces los propios pacientes no mencionan que son alérgicos a ciertos componentes como el aines o la penicilina, o simplemente no saben que lo son, y tras su aplicación pueden producirse reacciones alérgicas severas”, advierte la titular de Vigilancia de la Salud.

Para prevenir dicho escenario, antes de la aplicación, la Dra. Agueda Cabello aconseja preguntar primeramente al paciente si refiere algún antecedente alérgico, de manera a tomar todas las medidas adecuadas para prevenir o al menos reducir el impacto ante efectos secundarios que puedan aparecer.

Dicha atención debe centrarse principalmente en los analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos.