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Ene 28

Recomiendan evitar que niños duerman con sus padres

  • El bebé debe dormir en su cuna desde el principio, para evitar a que se acostumbre a dormir con los padres.
  • El sueño es un hábito que debe ser orientado desde el principio.
  • Cojines, mantas, y objetos de estimación similares ayudan a la adaptación del niño.

Para que el niño no se acostumbre a dormir en la cama de los padres es necesario llevarlo de vuelta a su cama cuantabebés veces sea necesario, sin hablar ni discutir, ya que los niños se comportan mejor cuando identifican un modelo en el que pueden confiar.

“En determinadas circunstancias, cuando el bebé está enfermo y los padres se sienten más tranquilos por tenerlo cerca, o porque en el medio de la noche el bebé se despierta asustado, se puede permitir que el niño duerma en la cama de sus padres.  Pero cuidado, para que esto no se vuelva un hábito, dependerá de la edad que tenga el niño y los riesgos que puede representar el que duerma con sus padres. Y al decir riesgos nos referimos a los riesgos de muerte súbita, ahogamiento o incluso de sufrir alguna caída”, explicó la Lic. Claudia Arzamendia, Psicóloga.

Enseñarles hábitos

Enseñar a los niños, a dormir siempre a la misma hora, en su cama, con o sin osito o mantita, les ayuda a entender lo que se espera de ellos. Por otro lado evitará situaciones de ansiedad, y de innecesarias negociaciones. Una buena rutina a la hora de dormir puede durar de 15 a 30 minutos.

El niño conciliará el sueño más tranquilamente si existe una rutina, por ejemplo la ducha, los juegos, la limpieza de los dientes, los cuentos o las canciones, las oraciones, etc. Esta práctica debe mantenerse en los mismos horarios todos los días.

Los hábitos de sueño pueden ser reforzados haciendo que el niño se acostumbre a dormir siempre en el mismo lugar.

En el caso de padres separados, es recomendable que se esfuercen para mantener la misma rutina en cuanto a los horarios y las costumbres, ya que el niño no siempre estará en el mismo lugar.

 Dificulta el desarrollo del niño

A partir de los 3 años, dormir con los padres, puede hacer que el niño no desarrolle su individualidad ni la seguridad en sí mismo, esto puede generar dependencia por parte del niño. Dormir en la misma cama que los padres evita que el niño aprenda nociones mínimas acerca de privacidad.

En caso de que por las noches aparezcan miedos a la oscuridad o a los monstruos, es recomendable mucha paciencia y por sobre todo firmeza y persistencia, darle seguridad para que él mismo enfrente su miedo y no huya de la situación. Todo es cuestión de tiempo.

Los profesionales recomiendan que cuando el niño presente algún tipo de miedo es preferible que uno de los padres se quede un rato junto a él, en su  cama para tranquilizarlo, antes que llevarlo a la cama de los papás.

Dormir en una habitación aparte, para los niños, es estar “lejos” de papá y de mamá, de sus hermanos, de sus juguetes, y de todo lo que podría estar haciendo, es por eso que la mayoría de los niños vaya a la cama protestando.

Por eso, como cualquier otra necesidad, el dormir solo también se aprende.