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Ene 03

Eliminación y tratamiento de criaderos incrementó en un 97%

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  • Capital registra el mayor índice de criaderos destruidos.
  • Central, Alto Paraná y Amambay le siguen de cerca.

El Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA) elevó un informe comparativo de criaderos eliminados o tratados, con un notorio aumento del 97% en comparación al año 2014.

Es así que en 2014 fueron eliminados 424.844 criaderos de los 17 departamentos del país, además de Asunción. El comparativo indica que en 2015 los trabajos dieron un resultado de 838.591 objetos que acumulan agua, destruidos o tratados.

Los mayores índices de eliminación están en Capital (167.744); Alto Paraná (130.771), Amambay (105.233), Central (106.970); y San Pedro (67.886).

En algunos departamentos hubo un notorio incremento, como por ejemplo Canindeyú que creció en un 2.458% en eliminación, pues de 2.315 se pasó a unos 59.228 recipientes tratados.

ELIMINACIÓN DE CRIADEROS

El control domiciliario, tanto en el interior de la casa, como en el patio, debe ser permanente para evitar convivir con criaderos de mosquitos, que son fuentes de enfermedades como el Chikungunya. En ese contexto, la cartera sanitaria recuerda algunos objetos que pueden convertirse en fuente de cría de larvas, a fin de que sean identificados y erradicados del hogar.

Criaderos en el interior de la casa (intradomiciliarios)

Floreros, portamacetas, jarrones, botellas retornables, desagüe de refrigeradores, inodoros que no se utilizan.

Criaderos en el patio (peridomiciliarios)

Recipientes descartables, frascos, botellas, macetas, latas, neumáticos, tanques, tambores, toneles, tanques elevados, plantas de hoja ancha (bromelias, banano), canaletas de desagüe, plantas acuáticas, vidrios en la pared, ladrillos huecos, bloques, huecos en paredes (bloques).

Artificiales inservibles

Cubiertas a la intemperie, baterías viejas, carrocerías y piezas de automotores, baterías, latas, botellas o frascos de diverso tipo, juguetes viejos a la intemperie, baldes, tarros, materiales de construcción, cáscaras de huevo, coco u otras, botas de goma en desuso.

Para la identificación y eliminación de estos potenciales criaderos, se necesita invertir 10 minutos diarios en la revisión de la vivienda.