- Oriunda de Minga Porá una mujer de 25 años recibió atención oportuna en horas de la madrugada.
- Durante la gestación, la paciente solo recurría a una partera empírica para su tratamiento.
- Acción oportuna de profesionales de salud derivó en parto exitoso.
Luego que una embarazada haya recurrido a una partera empírica sin mayores resultados, profesionales de salud calificados y entrenados en Código Rojo, salvan la vida de una madre y su bebé. La paciente registraba un solo control prenatal y ya con 40 semanas y media de gestación acudió a la partera empírica de la zona para tener a su primer bebé.
Con casi veinte horas de trabajo improductivo de la partera empírica, los familiares proceden a llevarla al servicio de salud de Minga Porá en horas de la madrugada.
El equipo de guardia de la unidad de salud de la familia ampliada de Minga Porá recibió a la mujer en pleno trabajo de parto y signos de alarma.
“La gestante presentaba la membrana rota y el bebé con sufrimiento fetal constatado por alteración del latido”, relató la licenciada en obstetricia Natalia Torres, quien recibió de emergencia a la paciente en el servicio.
La Lic. Torres activó el Código Rojo por el peligro de muerte del bebé y el riesgo de vida de la madre.
Mediante el rápido accionar de la red de atención y el trabajo coordinado del personal de guardia tanto de Minga Porá como el de Hernandarias fueron recibidos por el equipo del Hospital Distrital de Hernandarias, quienes ya se encontraban en conocimiento de la situación y esperaban a la paciente para una cesárea de emergencia.
A las 04:28 de la madrugada nació el bebé de 3.400 gramos. Ambos, tanto la madre y el recién nacido, se encuentran en buenas condiciones.