- Salud recuerda que se halla vigente un boletín informativo y de prevención ante la notificación de casos en 3 países del continente.
- Ante síntomas recurrir inmediatamente al servicio de salud más cercano.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recuerda que se halla vigente una alerta por Fiebre Amarilla de fecha 20 de diciembre de 2016, debido a que en las Américas, tres países notificaron casos humanos de fiebre amarilla selvática: Brasil, Colombia y Perú.
El Ministerio de Salud brasileño confirmó que se han detectado 152 casos sospechosos en 26 municipios de áreas rurales del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país, y que ha enviado más de 700.000 vacunas y un equipo de apoyo a la zona para colaborar en las investigaciones.
En Paraguay, el último brote de fiebre amarilla registrado fue en el 2008, donde se confirmaron 28 casos: 15 en el departamento de San Pedro y 9 casos en el departamento Central (todos ellos procedentes del barrio Laurelty, distrito de San Lorenzo) y 4 del departamento Caaguazú.
Medidas internacionales y recomendaciones para viajeros
Constituye una patología de notificación internacional inmediata según normativas del Reglamento Sanitario Internacional y del MERCOSUR. Los gobiernos deben notificar de manera urgente a la OPS/OMS y países vecinos el primer caso importado o autóctono de fiebre amarilla en una zona sin casos anteriores.
Siguen vigentes las recomendaciones para viajeros a destinos donde existe transmisión activa de este virus y a aquellos que retornan o transitan por las áreas con circulación activa, no exponerse a picaduras de mosquitos; consultar al centro asistencial en caso de que aparezcan cuadros.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina.
Una vez contraído el virus y pasado el periodo de incubación de 3 a 6 días, la infección puede cursar en una o dos fases. La primera, aguda, suele causar fiebre, mialgias con dolor de espalda intenso, cefaleas, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. Posteriormente, la mayoría de los pacientes mejoran y los síntomas desaparecen en 3 o 4 días. Sin embargo, el 15% de los pacientes entran a las 24 horas de la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica. Vuelve la fiebre elevada y se ven afectados diferentes sistemas orgánicos. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren en un plazo de 10 a 14 días, y los demás se recuperan sin lesiones orgánicas importantes.