- Durante una jornada de evaluación nutricional efectuada en la Costanera de Asunción.
- 8 de cada 10 evaluados sufren de sobrepeso y obesidad.
- 3 de cada 10 cuentan con alto nivel de grasa en el abdomen.
Como un recurso para optar por el camino del control del peso, la alimentación saludable y la actividad física para disminuir al mínimo el riesgo del Cáncer Colorrectal, el Departamento de Alimentación y Nutrición del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) instaló el 11 y 12 de marzo un consultorio de evaluación nutricional abierto a visitantes, en la Costanera “José Asunción Flores”.
La jefa de este departamento, Licenciada en Nutrición Laura Joy presentó los resultados estadísticos de estas jornadas de evaluación enmarcadas dentro de las actividades previstas en el mes de lucha contra el Cáncer Colorrectal y la presentación del Primer Plan Piloto de Detección Temprana del Cáncer Colorrectal en Paraguay.
“Evaluamos 117 personas -75% mujeres y 25% de hombres-, en el que casi el 75% son personas jóvenes que van de 18 a 50 años”, informó Joy.
Según manifestó la profesional, de todas las personas evaluadas, solamente dos se encontraban con un índice de masa corporal dentro del rango de normalidad. Se midió también el porcentaje de músculo esquelético, donde cuatro de cada diez personas tenían la masa corporal por debajo de lo normal. “Así como es un riesgo tener un exceso de grasa corporal, también es un riesgo contar con poca masa corporal. Eso se conoce como Sarcopenia. Esta disminuye la fuerza, disminuye la capacidad de movimiento y entonces se da como un círculo; si la persona no tiene ninguno de estos elementos cada vez va acumulando más grasa y teniendo menos músculos”, explicó la nutricionista.
Por otra parte, indicó que, ocho de cada diez personas observadas se encontró por arriba de su peso considerado como saludable y misma cantidad reportó un porcentaje de grasa corporal mayor a la recomendada. “Eso da una idea de que las personas no solamente se alimentan de manera inadecuada sino que son sedentarias, a pesar de que son personas jóvenes y activas en su mayoría”, resaltó.
A quienes consultaron se les midió asimismo la circunferencia de cintura. De acuerdo a esta medición, cinco de cada diez presentaban riesgo cardiovascular aumentado y muy aumentado.
También se efectuó la medición el índice de grasa visceral. Tres de cada diez denotó un exceso de grasa en las vísceras, esto es, a nivel del abdomen, vinculadas a enfermedades metabólicas como la hipertensión y la diabetes.
“Todo este exceso de grasa, de peso y de sedentarismo están relacionados no solo con estas enfermedades sino que también con el Cáncer, principalmente con el Cáncer Colorrectal. El sobrepeso y la obesidad son los factores más determinantes para aumentar ese riesgo”, declaró Laura Joy, responsable del Departamento de Alimentación y Nutrición del INCAN.
NUEVAS PROPUESTAS
Tras la evaluación nutricional cada persona atendida recibió orientación para lograr una alimentación sana con la inclusión del Plato saludable con nuevas propuestas nutricionales.
En la ocasión se distribuyó gratuitamente lasGuías Alimentarias del Paraguay, material en el que se detalla todos los grupos de alimentos saludables y la frecuencia en que éstos deben ser consumidos.
Igualmente se brindó información específica para reducir el riesgo de cáncer colorrectal y una muestra de cómo estar activo físicamente, con alternativas divertidas como la gimnasia aeróbica, de ritmos y zumba.
REDUCIR EL RIESGO DEL CÁNCER COLORRECTAL
Dice Laura Joy: “Como Departamento de Alimentación y Nutrición lo que pretendemos con esta campaña es concienciar a la población y lograr lo que conocemos como prevención primaria; que es disminuir al mínimo el riesgo del Cáncer Colorrectal. Hay suficiente evidencia que respalda que esto es posible. La Organización Mundial de la Salud también lo dice: si nosotros seguimos unas pautas de alimentación saludable, incorporando suficiente cantidad de frutas, verduras, reduciendo las carnes rojas y el exceso de grasas provenientes de los animales –grasas saturadas- disminuyendo el consumo de embutidos, de alimentos muy salados, ahumandos, y azucarados; sumado a la práctica regular de actividad física y el mantenimiento de un peso corporal adecuado, podemos reducir nuestro riesgo de desarrollar un Cáncer de Colon, Recto y otros tipos de cáncer hasta un 30 y 40%.”