- Tras enterarse de que nadie podía hacerse cargo de la pequeña, decide dejar de lado su vida y entregarse por completo a acompañarla en el proceso de su tratamiento.
- Es una de las tantas historias de niños que batallan contra el cáncer a nivel nacional y global.
- Hoy se conmemora el “Día Mundial de lucha contra el Cáncer Infantil”.
Verla progresar en su tratamiento la llena de alegría, aunque relata que vivió momentos de desesperación y tristeza al verla en una cama muy mal, con la necesidad de transfusiones de sangre.
“Sol” tiene 10 años y, a pesar de su corta edad, ella tiene que enfrentarse a la lucha contra al cáncer, alejada de su hogar, de sus hermanos y de su madre. En marzo del 2016, le habían diagnosticado Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA), pero el tratamiento dio inicio 8 meses después; la razón: la niña formaba parte de una familia numerosa, sustentada solo por su madre, quien no tenía con quién dejar a sus otros pequeños para acompañarla al hospital.
Esa situación alarmó a los profesionales del Hospital “Niños de Acosta Ñu”. Simplemente no podían dejarla morir. Junto a la Defensoría de la Niñez, buscaron una persona responsable que se hiciera cargo de Sol. La búsqueda terminó cuando Evelyn, una catequista de la zona, conoció su historia.
“Mientras viva, no la voy a dejar”
El 29 de noviembre, Solcito y Evelyn dejaron sus hogares. Se abrieron las puertas del hospital y se adentraron a un mundo desconocido para ambas. Al interior de aquellas paredes que la separaban del mundo exterior, comenzaron a ver sueros, jeringas, medicamentos en diferentes frascos; enfermeras y médicos que iban y venían; muchos niños sin cabello; madres que consolaban, otras que reían y otras que lloraban.
Algunas personas llegaron a decirle a Evelyn que ella no tenía porqué ayudar a alguien que no era su familia, que la gente tenía que morir en cualquier momento. Aquellas palabras la inquietaron y pensó que no es posible dejar de luchar por alguien que necesita ayuda.
“Por medio de mi ahijada, me enteré de que Sol necesitaba alguien que la cuide. No dudé, me ofrecí y mientras viva, no la voy a dejar”, mencionó Evelyn –con los ojos llorosos.
Comenta que aprendió el significado de la frase bíblica: De los niños será el reino de los cielos; porque a pesar de que hasta el momento no recibió la visita de su madre, ni siquiera en navidad, Sol atesora cada obsequio que recibe de los visitantes del hospital con la intención de poder mostrar y compartirlo con su familia. “En su corazón no hay rencor, ella se aferra a la esperanza de volver a su casa junto a sus hermanitos y su madre”, refiere la catequista.
Evelyn menciona que hay veces en que siente derrumbarse, en especial cuando su pequeña compañera se encuentra mal, pero al verla tan positiva, pese a lo que vive, termina contagiándose de ese espíritu lleno de vida que Sol trasmite.
Atrás dejó sus clases de catequesis, tarea que desarrolló durante 14 años; su trabajo; su familia, hermanos y sobrinos a quienes extraña mucho. Dice que no podría volver a su casa, sabiendo que Sol quedará completamente sola.
(Se utilizaron nombres ficticios para proteger la identidad de la paciente y de la tutora que la acompaña)
Acerca del “Día Mundial de lucha contra del Cáncer Infantil”
El “Día Mundial de lucha contra del Cáncer Infantil” es un esfuerzo internacional mancomunado para elevar la conciencia sobre cómo ayudar a combatir el cáncer en niños en países en vías de desarrollo.
El día 15 de febrero fue elegido por la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer en setiembre del 2001, en Luxemburgo, para realizar alrededor del mundo eventos conjuntos, que tienen por finalidad reconocer el extraordinario desafío de vida que significa el cáncer en niños y adolescentes y sus familias.
“Ellos no pueden luchar solos. Por eso, hay que apoyarlos siempre y darles toda la fuerza y el cariño necesario”.
El cáncer infantil es curable
El cáncer en los niños en una enfermedad poco común, curable en un 85%. Según reportes de la Unión Internacional Contra el Cáncer, la mayoría de casos de cáncer infantil es curable, aunque la alta tasa de mortalidad, principalmente en países en desarrollo, responde a la falta de información y diagnóstico temprano.
Especialistas refieren que las neoplasias en niños no pueden prevenirse, y por eso es de vital importancia el diagnóstico precoz para lograr el inicio de la curación efectiva. Cabe señalar que un 70% de cánceres infantiles se diagnostica tardíamente debido a problemas de referencia temprana a centros especializados.
La detección temprana y el correcto manejo del cáncer pueden mejorar el pronóstico del niño y disminuir los índices de mortalidad.