- Intervenciones se realizan de acuerdo a los lugares donde existen más casos febriles.
- Fumigaciones deben ir de la mano con la eliminación de criaderos, de manera a aniquilar mosquitos adultos y larvas.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social cuenta con un proceso concreto al que se ciñe para la realización de los bloqueos químicos y rastrillaje, para la eliminación del Aedes aegypti y las larvas de este vector, el cual fue detallado por la Dra. Águeda Cabello, Directora General de Vigilancia de la Salud.
La profesional manifestó que la base de estas acciones es la notificación de los casos febriles provenientes de todos los centros asistenciales del país: Hospitales Regionales, Hospitales Distritales, Centros de Salud, Puestos de Salud, Unidades de Salud de la Familia, dispensarios médicos, para posteriormente ingresarlo a un sistema de mapeo, con el cual se georreferencia a los cuadros.
“De acuerdo a la información, introducimos los datos en un sistema de mapeo donde se detectan los focos o los conglomerados de casos febriles. Luego de ello Vigilancia de la Salud entrega las referencias de conglomerados a SENEPA, para que esta dependencia lleve a cabo el proceso de bloqueo químico”, dijo.
El boqueo de casos consiste en dos actividades principalmente: el bloqueo químico y el rastrillaje.
El Bloque químico se hace con insecticidas. La fumigación es parte del proceso. El bloqueo se hace donde se tienen los conglomerados de casos febriles confirmados. En lugares donde no existen altas notificaciones de febriles, se trabaja con la comunidad y también con SENEPA, mediante el rastrillaje. El Bloqueo Químico se hace dónde están los conglomerados.
Además, la Dirección General de Vigilancia de la Salud envía la información de estas notificaciones a los municipios para que estas instituciones se encarguen de las movilizaciones comunitarias.
Los bloqueos se hacen donde existe mayor circulación; donde se produce por primera vez una caso (brote) e incluye unas 9 manzanas alrededor del caso.
El rastrillaje es la eliminación del criadero. El proceso es la fumigación al amanecer o al atardecer y el rastrillaje durante el día.
Con la fumigación se busca acabar la población de mosquitos, en los horarios donde hay mayor actividad de los vectores. “Se debe combinar los dos procesos, con rastrillaje eliminamos las larvas y con la fumigación los mosquitos adultos. De esa manera ya no debería haber mosquitos. Por eso se persigue la eliminación de criaderos donde se reproduce el vector”, concluyó Cabello.