- OMS aconseja la ingesta diaria de al menos 5 porciones de éstos alimentos: 3 de frutas y 2 de verduras, o viceversa.
- Beber abundante agua, de 2 a 3 litros y no esperar a tener sed.
- Evitar comidas muy elaboradas o con mucho picantes.
Durante las épocas de calor se recomienda no ingerir comidas muy elaboradas, ni con demasiado picantes, puesto que son mucho más difíciles de digerir.
Se aconseja optar por el consumo de verduras frescas y frutas de estación, como alimentos principales, ya que aportan vitaminas, minerales y fibras, nutrientes necesarios para el cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud indica la ingesta diaria de al menos 5 porciones de éstos alimentos: 3 de frutas y 2 de verduras, o viceversa. En este sentido, el Ministerio de Salud Pública sugiere consumir las verduras crudas, en ensaladas y las frutas de estación como media mañana, postre o en jugo, que son también una opción. Se debe tener en cuenta que, tomar un vaso de jugo equivale a consumir una porción de fruta.
A la hora de aplacar la sed lo mejor es beber agua. Se propone no esperar a tener sed y beber de 2 a 3 litros de agua por día, y no menos de esto. No ingerir jugo en lugar de agua, puesto que no aporta el agua que el cuerpo requiere; por otra parte, el jugo de frutas por lo general contiene azúcar (sacarosa), y su ingesta a libre demanda podría llevar a un aumento de peso. La obesidad puede acarrear, aumento de presión arterial (hipertensión), diabetes y problemas cardiovasculares, en este sentido lo ideal es mantener el cuerpo con un peso saludable.
Como antioxidante el zumo de zanahoria y tomate es lo recomendable. En tanto que la sandía contribuye a quitar la sed, es diurético y desintoxicante; optimo integrador de vitaminas –en particular la vitamina C y por eso es un excelente sustituto de los cítricos- y de las sales minerales que perdemos con el sudor.
El melón puede ser consumido como entremés, favorece la disolución de jugos gástricos. Aporta una buena dosis de energía, con un aporte calórico insignificante; tiene un notable contenido de vitaminas, en particular la B y la C, y de proteínas.
Se recomienda además el consumo de otros alimentos como yogur y quesos frescos -no fermentados-, alimentos útiles para prevenir los disturbios intestinales del calor: un consejo clásico “mozzarela y tomate”.
