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May 07

Crisis nerviosa y estrés predisponen al incremento de la presión arterial

  • Bajo estas condiciones, los hipertensos corren mayor riesgo a sufrir complicaciones.
  • Estas pueden desencadenar en: infarto, derrame o edema pulmonar.
  • Se aconseja: mantener un control periódico de la presión y evitar en lo posible situaciones conflictivas o de mucho estrés. 

hipertensiónUna persona hipertensa que atraviesa por un periodo de estrés y/o experimenta una crisis nerviosa puede presentar complicaciones importantes de salud, según manifiesta el Dr. José Ortellado, director del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular del Ministerio de Salud.

Explica que, tanto el estrés como la crisis nerviosa hacen que naturalmente se dispare un aumento de la presión arterial. “Este incremento solo se mantiene durante el episodio, al término de esto se normaliza”, señala. Sin embargo advierte que el ambiente tenso puede generar complicación al estado de salud, principalmente de los que son hipertensos, precipitando un problema agudo.

“Por ejemplo, si una persona que tiene un nivel de presión de 150 y tras ponerse nerviosa la presión puede llegar a 200 o más, y complicar su condición”, sostiene. Entre las complicaciones figura: infarto, derrame y edema agudo de pulmón, por lo que se aconseja cuidarse; realizar un control periódico de la presión y en lo posible evitar situaciones conflictivas o de mucho estrés.

Recomendaciones  para prevenir la hipertensión

  • Mantener una alimentación equilibrada y saludable, que contenga frutas y verduras.
  • Disminuir el consumo de sal.
  • Practicar actividad física moderada y constante.
  • Evitar el sobrepeso. En caso de estar excedido/a consultar a un nutricionista.
  • Cumplir con la medicación prescrita por el médico tratante (en caso que sea hipertenso).
  • Efectuar el control regular de la presión. Se aconseja realizarlo al menos cada dos a tres meses.
  • Chequeo clínico periódico, principalmente si se posee antecedentes familiares. Esta debe incluir: estudios dinámicos del corazón para evaluar si existe o no compromiso cardiovascular o alguna enfermedad asociada, y análisis laboratoriales para conocer el nivel de triglicérido, colesterol y azúcar en sangre.