- Niños y adolescentes pasan de una rutina estricta a una más distendida.
- Alto consumo de carbohidratos y alimentos procesados, así como largas horas frente a la computadora o al televisor hacen que se gane más peso durante el receso escolar.
- Salud insta a padres, enseñar a los niños a consumir alimentos saludables y organizar juegos y paseos en familia.
- Frutas, ensaladas y sopas de verduras, complemento ideal para la nutrición y reforzar las defensas del organismo.
En épocas de invierno existe una tendencia al incremento de peso, debido al alto consumo de carbohidratos y de alimentos procesados. Esta situación afecta de manera pronunciada a los escolares durante las vacaciones, explica la licenciada Claralina Mendoza, encargada de la Iniciativa Comunidades Promotoras de Calidad de Vida y Salud, del Departamento de Prevención y Control de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud Pública.
La nutricionista y tecnóloga de alimentos expone que esta predisposición se da por diversos factores, una de ellas, el cambio abrupto que experimentan los niños y adolescentes en su rutina diaria; pasan de una estricta rutina por el cumplimiento del horario escolar, a una más distendida en el hogar. Según señala, durante el receso escolar la rutina se descontrola.
Horas frente al televisor o la computadora, la ingesta excesiva de alimentos, esencialmente de hidratos de carbono hacen que durante las vacaciones y de comida rápida en los paseos repercute en el incremento abrupto de peso.
Para impedir que esto ocurra, Mendoza aconseja no descuidar los buenos hábitos alimentarios, y brindar a los niños una alimentación sana, equilibrada y atractiva. Insta a aprovechar estos días para enseñar a los niños a consumir alimentos saludables, y puedan desarrollar la palatabilidad (el agrado al paladar de un alimento) para disfrutar del sabor de las frutas de estación y de las hortalizas, fuente de fibras y minerales en formatos de ensaladas y sopas de verduras, que además de contribuir a la buena nutrición, posibilitará incrementar las defensas del organismos para evitar enfermedades.
La profesional sanitaria observa que cuando de alimentar a los niños se trata, es fundamental presentar las propuestas saludables de forma creativa. Con las verduras se pueden preparar deliciosos y coloridos sándwiches, jugos naturales, de tomate, zanahorias, remolacha, etc.
A la hora de la merienda o la media mañana, sugiere preparar brochettes de frutas. Explica que con bananas y mandarinas se pueden hacer diseños de palmeras; también pueden elaborarse muñecos o caritas de diversas frutas. “De esta manera cumplimos con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud que propone la ingesta de frutas diarias, por lo menos tres al día (de distintos colores), y al mismo tiempo hacemos que los alimentos saludables se vean más atractivos a la vista”, puntualiza.
La nutricionista plantea, además de brindar propuestas saludables, incentivar a los niños a la práctica de actividades físicas y planear con ellos salidas familiares. “Estimularles a que hagan deportes, bicicleta, caminatas, trotes y juegos al aire libre, de lo contrario, al regreso a clases estarán con sobrepeso u obesidad, condición que a la edad adulta puede desencadenar enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardiovasculares, hipertensión y otros”, advierte Claralina Mendoza.