- Presenta boca seca, llanto sin lágrima, ojos hundidos, poca o ninguna orina.
- Ante estos síntomas, acudir inmediatamente al servicio de salud más cercano.
- La presencia de diarrea puede desencadenar también deshidratación en el infante.
Si un menor presenta boca seca, llanto sin lágrima, ojos hundidos, poca o ninguna orina y, si al estirar la piel del estómago ésta se arruga y no vuelve a su lugar, hay que llevarlo/a urgentemente al servicio de salud más cercano, puede morir de deshidratación si no recibe tratamiento oportuno, advierte la cartera sanitaria.
Otro factor que puede llevar a la deshidratación es la diarrea, como consecuencia del consumo de alimentos o agua contaminada con bacterias y parásitos.
El tratamiento del cuadro diarreico depende del diagnóstico y de la severidad de la diarrea. Si es leve basta con administrar abundantes líquidos en el propio domicilio del paciente. Si la diarrea es severa y se acompaña de deshidratación es necesario tratar al paciente en el hospital para administrar líquidos por vía venosa. Las diarreas de causa no infecciosa habitualmente requieren tratamientos específicos según el tipo de enfermedad.
Como norma general no es aconsejable utilizar sin indicación del médico fármacos antidiarréicos ya que pueden complicar la evolución de la diarrea.
Para evitar la deshidratación, el lactante debe recibir leche materna con la mayor frecuencia posible, mientras que infantes de otra edad deben beber abundante líquidos, principalmente después de cada deposición acuosa.
Líquidos recomendados para un/a niño/a con diarrea:
- Leche materna si se encuentra en periodo de lactancia.
- Sopas
- Agua de arroz
- Jugos de frutas frescas
- Té con un poco de azúcar
- Agua de coco
- Agua limpia de una fuente segura. Si existe dudas de la potabilidad del agua, se recomienda hervir el agua.
- Administrar sales de rehidratación oral (SRO) mezcladas con la cantidad apropiada de agua limpia.
Remitir inmediatamente al servicio de salud más cercano si la criatura presenta:
- Realiza varias deposiciones acuosas en una o dos horas
- Presenta sangre en las deposiciones
- Vomita con frecuencia
- Tiene fiebre
- Tiene mucha sed
- Se niega a beber
- Se niega a comer
- Tiene los ojos hundidos
- Parece estar débil o somnoliento
- Si la diarrea persiste durante más de una semana.
La presencia de uno de estos síntomas refiere que el/la niño/a debe recibir urgentemente asistencia médica calificada.