Antes del 2015, ningún servicio registraba los nacimientos de bebés con defectos congénitos, lo que limitaba establecer acciones en Salud Pública.- La actual administración tomó el desafío de iniciar este proceso e instaló los dos primeros registros de defectos congénitos: uno en el hospital Barrio Obrero y otro en el materno San Pablo.
- El 3 de marzo próximo, día Mundial de la Prevención de Defectos Congénitos, se realizará un taller para la instalación gradual en los hospitales regionales y en sus servicios dependientes.
La Dra. Marta Ascurra, titular del Programa de Prevención de Defectos Congénitos del MSPyBS, explica que, antes del 2015, en nuestro país ningún servicio contaba con el registro de nacimientos de bebés con defectos congénitos, lo que implica una limitante a la hora de establecer acciones en Salud Pública.
Es así que, la administración actual tomó el desafío de iniciar este proceso, con la instalación de los dos primeros Registros de Defectos Congénitos, uno en el hospital Barrio Obrero (desde marzo del 2015) y otro en el hospital materno infantil San Pablo (desde setiembre del 2015).
Según lo destacado por la profesional, está proyectado que empiecen a funcionar también en los hospitales regionales para luego bajar a los demás servicios. En ese contexto, el 3 de marzo próximo, Día Mundial de la Prevención de los Defectos Congénitos, se realizará un taller para abrir en todos los hospitales regionales, de manera gradual.
“Tenemos un camino largo por recorrer pero sabemos que el 50% de los casos de defectos congénitos es prevenible”, remarca Ascurra.
Cabe señalar que los defectos congénitos pueden ser morfológicos, es decir, visibles en la estructura del niño. Por ejemplo, tiene un dedito demás o labio leporino, la pancita abierta (gastroquisis). O pueden ser de función, o sea, la función de ver, el niño es no vidente; la función de oír, el niño es sordo; o el retardo mental, en el cual tiene un problema a nivel intelectual. Cualquier cambio que se pueda dar de estructura o de función es lo que se conoce como un defecto congénito, según lo explicado por la doctora.
Las causas son múltiples, entre ellas, la edad materna, el consumo de ácido fólico, la exposición a sustancias agresivas, el humo del tabaco y el consumo de medicamentos durante el estado de gravidez. Así también, la edad paterna avanzada constituye otro factor para que el bebé nazca con algún defecto congénito.
La recomendación de la profesional es introducir el ácido fólico en la alimentación de cualquier mujer desde que empieza a menstruar. Generalmente, la mujer se va a la consulta ginecológica una vez que tiene su resultado positivo de embarazo, y eso ya es de un mes a un mes y medio de embarazo. A los 27 días del embrión se producen o previenen estas malformaciones.
El consumo de ácido fólico no produce daños. Lo que no se utiliza, se elimina con la orina. La indicación es una pastillita (0,5 mg.) por día, para mujeres sin antecedentes de haber tenido un bebé con malformaciones. Cuando hay antecedentes, se aumenta la dosis 10 veces más, o sea, 5mg. por día. En el mercado, normalmente no hay pastillas de 0,5 mg., vienen con los complejos. Ascurra destaca que el hombre también debe consumirlo cuando la pareja está buscando un bebé.
La exposición a sustancias agresivas durante el embarazo también incide directamente sobre la salud del niño en gestación. Lo ideal es preguntarse: “el trabajo que yo hago, ¿le puede dañar al embrión?” Por ejemplo, las mujeres que trabajan con el calor, deben saber que es altamente nocivo para la criatura. “Si yo trabajo en una pollería, yo no puedo seguir exponiendo a mi bebé a ese calor”, agrega la doctora.
El consumo del alcohol durante el embarazo es nocivo. Tampoco debe fumar o compartir ambientes de fumadores porque eso también afecta al feto. Resalta igualmente que ningún medicamento debe consumir la gestante, salvo prescripción médica.
