- Una de cada diez mujeres sufre depresión post parto.
- El trastorno puede durar meses, incluso años.
La depresión es un conjunto de síntomas que afecta a la esfera afectiva, caracterizado por tristeza, llanto, ira, culpabilidad, entre otros y puede ser transitorio o permanente.
En el caso de las mujeres, estas pueden presentar una depresión post parto, debido a que alguna vez en su vida ya han caído en algún tipo de depresión o esta se manifestó durante el embarazo.
Después del alumbramiento, la depresión puede generar trastornos notables en la mujer, esto se da debido a los cambios hormonales que de por sí tiene la mujer, durante su periodo menstrual y su embarazo.
Según especialistas, los picos de depresión se dan entre el segundo y tercer mes y la duración depende de la voluntad de cada paciente.
Para el tratamiento son eficaces los psicofármacos acompañados de psicoterapia y la contención de la familia o pareja.
Este padecimiento es más notable en mujeres jóvenes de clase social más humilde, madres solteras o jóvenes sin apoyo, ya que la familia constituye un factor muy importante para superar estas situaciones, pues actúa como un amortiguador emocional.
Altos niveles de hormonas sumadas a situaciones estresantes externas como es la economía familiar, un hijo no deseado, un embarazado no planificado ejercen una acción directa sobre el humor de la mujer y hacen que la misma caiga en un estado de depresión. El detonante principal en sí es el parto.
Alteraciones en los niveles del sueño, irritabilidad y tristeza son síntomas de que algo no anda bien con la mamá.
Las actividades recreativas ayudan a oxigenar el entorno de presión. Hay que generar un cambio de hábito, si no se puede permanente por lo menos momentáneo.