- Se realiza a todos los/as recién nacidos/as para detectar enfermedades que pueden producir retardo mental e incluso la muerte.
- Mediante este test se puede detectar hipotiroidismo congénito, fenilcetonuria y fibrosis quística.
- El estudio es obligatorio y gratuito en servicios del Ministerio de Salud.
El test del piecito es un estudio que debe hacerse a todo/a recién nacido/a antes del alta hospitalaria y sirve para diagnosticar enfermedades que pueden producir retardo mental, como hipotiroidismo congénito, fenilcetonuria y fibrosis quística. Este examen es gratuito y obligatorio en todo el territorio nacional.
La Dra. Marta Ascurra, directora del Programa de Prevención de la Fibrosis Quística y el Retardo Mental del Ministerio de Salud asegura que la detección temprana de los bebés afectados es muy importante para evitar que se produzcan daños severos y se pueda lograr una mejorar calidad de vida del paciente. Entre estas consecuencias figura el daño cerebral, alteraciones neurológicas, trastornos del crecimiento y problemas respiratorios, entre otras complicaciones.
El Ministerio de Salud dispone de más de 1.000 sitios de toma de muestras distribuidos en todo el país para efectuar este estudio. Para el efecto, el trabajador de la salud, utilizando una pequeña lanceta estéril, realiza una punción en el talón del bebé para extraer unas gotitas de sangre, las cuales serán recogidas en un papel de filtro. Una vez seca esta muestra, será enviada al Laboratorio del Programa para su análisis. Se recomienda que el bebé esté en los brazos de la madre, con los pies hacia abajo, lo que permite un mayor flujo de sangre y mejor manejo del bebé.
Ascurra refiere que se asiste actualmente a unos 500 pacientes, en su mayoría niñas y niños: 130 de ellos con fibrosis quística, 60 con diagnóstico de fenilcetonuria y el resto presenta hipotiroidismo congénito, a quienes se les brinda tratamiento y medicamentos gratuitos.
Según señala la profesional médica, el tratamiento de un/a paciente con este tipo de enfermedades ronda los 15 millones de guaraníes al mes, costo que es absorbido por la cartera sanitaria.