- Madres trabajadoras fueron incentivadas en la prosecución de la lactancia.
- Fueron instruidas con pautas para la extracción y conservación de la leche materna.
- Destacan que madres deben mantener una dieta equilibrada y saludable.
- Restringir bebidas alcohólicas y controlar ingesta de café, bebidas gaseosas y comida chatarra.
En la mañana del lunes, el Programa Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud Pública realizó un taller de “Lactancia y trabajo”, dirigido a funcionarias de esta cartera que se encuentran en periodo de lactancia. La jornada se llevó a cabo en el auditorio del Senepa, en el marco de actividades por la Semana de la Lactancia Materna.
En la ocasión se abordaron temas como extracción, conservación y traslado de la leche materna del lugar de trabajo a la casa. También se expuso sobre pautas de crianza, apego y mitos sobre la alimentación de la mujer durante el periodo de lactación.
Sobre este último punto, la Lic. María de los Ángeles Acosta, encargada del Programa Nacional de Lactancia Materna, recordó las ventajas que otorga este alimento natural al bebé, que además de contar con todos los nutrientes necesarios contiene igualmente agua. Cuando se brinda al/a la niño/a lactancia materna a demanda y de forma exclusiva no necesita beber agua porque la leche materna aporta el vital líquido en cantidad suficiente, no ocurre lo mismo con el/la niño/a que consume leche de fórmula.
En la oportunidad las madres compartieron sus experiencias, cómo continuar de forma exitosa la práctica del amamantamiento pese a estar adentradas en el ámbito laboral.
La titular del Programa de Lactancia aseveró que no existe ningún alimento que influya en producción de la leche materna, sin embargo enfatizó que contar con una alimentación equilibrada y saludable es fundamental.
“No está comprobado científicamente respecto a alimentos que puedan generar una mayor producción de leche en las madres, sin embargo, la cantidad de leche que una madre produzca está supeditada a la succión que realiza su niño/a”, manifestó en la ocasión la profesional.
Aconsejó a las madres durante el proceso de amamantamiento restringir el consumo de alcohol, controlar la ingesta de café (máximo una taza de 200 ml por día), limitar la ingesta de comida chatarra, bebidas gaseosas y golosinas.
Recomendó asimismo el consumo de alimentos ácidos grasos polisaturados que favorecen el desarrollo cerebral de la criatura. Este componente se encuentra en los aceites de canola, oliva y girasol, también en sardinas y atún.
Acosta señaló que una dieta saludable para la madre debe contener: proteínas (carnes, huevos y leche), carbohidratos (fideos, arroz, cereales), vitaminas y minerales (frutas y verduras).
Participaron en calidad de disertantes: Dra. Mirian Ortigoza, pediatra; la Lic. María de los Ángeles Acosta Faranda, nutricionista; y la psicóloga infantil, Lidia González de Verón.
Importancia del amamantamiento
La alimentación infantil a base de leche materna durante los primeros meses de vida promueve la salud y el desarrollo cerebral y motora, y tiende a reducir las enfermedades como diarreas e infecciones respiratorias, incluso las muertes infantiles.
La exclusión de la leche materna para el bebé ocasiona: mayor riesgo de mortalidad, de contraer enfermedades agudas, como la diarrea, las infecciones del oído y de índole respiratoria, y mayor riesgo a adquirir enfermedades crónicas, incluida la diabetes tipo 2; mientras que en la madre puede producir riesgo de contraer anemia y cáncer de mamas y ovarios.
El proceso de lactancia materna debe efectuarse desde que la criatura nace hasta los 6 meses de edad, de manera exclusiva; al cabo de ese tiempo, el infante continúa mamando e inicia un nuevo periodo con la introducción progresiva de otros alimentos complementarios.