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Oct 30

Equipos biomédicos y reformas edilicias fortalecen servicio de anestesiología del INCAN

  • Habilitan una sala de recuperación pos-anestésica.
  • Videolaringocopio fue implementado para optimizar el servicio.

12190069_1645349055704456_2254125034286842835_nEl Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) habilitó una sala de recuperación pos-anestésica, en fortalecimiento del servicio de anestesiología del Departamento de Cirugía del hospital. El 29 de octubre, un laringoscopio fue adquirido para mejorar la respuesta a pacientes sometidos a cirugías de alta complejidad de la cabeza y el cuello que involucren la vía respiratoria.

Acompañamiento pos cirugía

En la sala de recuperación pos-anestésica, un equipo constituido por médicos y técnicos anestesiólogos y enfermeros, monitorea a cada paciente tras su cirugía hasta que concluya el ciclo de influencia de la anestesia y pueda ser trasladado a una sala de internación sin las eventuales complicaciones vinculadas a este.

El jefe del servicio de anestesiología del INCAN, Doctor Jualbert Arandia, explica que esta sala de recuperación fortalece el servicio de cirugía pues mejora el manejo del paciente pos-anestésico.

Esta nueva sala cuenta con tres camas, tres máquinas de anestesia, tres monitores, dos respiradores y oxígeno. A cargo de los procedimientos médicos que en ella se desarrollan están el médico anestesiólogo que participó en la cirugía y un equipo configurado en cada turno por un técnico anestesiólogo y enfermeros.

Arandia señala que las sociedades científicas de anestesiología consideran esencial la disponibilidad de una sala de recuperación pos-anestésica. Comenta que, si bien el INCAN ha sido arquitectónicamente diseñado para contar con este espacio junto al quirófano, es la primera vez que es habilitada con el recurso humano, el equipamiento, los insumos y las drogas precisos para este servicio.

La sala pos anestésica también agiliza la rotación de los quirófanos del instituto pues, ante la ausencia del recurso, la recuperación de la persona operada, que dura un promedio de media hora, tiene que tener lugar dentro del quirófano.

El recurso es además un aporte al bienestar del paciente y de sus familiares dentro de la sala de internación pos-quirúrgica, suma el médico.

Sobre el videolaringocopio

Arandia señala: “El videolaringoscopio nos sirve a los anestesiólogos en los casos de intubación difícil; cuando el paciente no puede ser intubado. Al emplearlo evitamos realizar a muchos pacientes traqueostomías; es decir, que el cirujano haga un abordaje quirúrgico en la vía aérea.”

“Es la cirugía del cáncer es muy importante este equipo cuando se opera la zona de cabeza y cuello”; explicó el anestesiólogo.