«

»

Abr 01

Esquistosomiasis: contacto con el vector puede ocasionar aparición de casos

  • Parásito es trasmitido por el caracol de agua dulce.
  • Es prevalente en las regiones tropicales y subtropicales

SchistosomiasisSe estima que 160 millones de personas en el mundo padecen Esquistosomiasis. La enfermedad causa decenas de miles de defunciones cada año.

La mayoría de las infecciones son asintomáticas, pero no todas: La fiebre por Esquistosomiasis aguda incluye dolor abdominal, tos, diarrea, eosinofilia, fiebre, fatiga y hepatoesplenomegalia. Ocasionalmente se producen lesiones del sistema nervioso central por el depósito de huevos de esquistosoma en el cerebro o en la médula espinal. 

Las enfermedades transmitidas por vectores impactan significantemente en la región de las Américas de entre estas enfermedades, las que causan mayor impacto en el continente son la Malaria, el Dengue, la enfermedad de Chagas, la Leishmaniosis, la Filariasis linfática, la Esquistosomiasis y la ceguera por Tracoma.

La Esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria crónica causada por gusanos, que afecta a más de 230 millones de personas cada año. El número de personas tratadas aumentó de 12,4 millones en 2006 a 33,5 millones en 2010. Hay constancia de la transmisión de esta enfermedad en 77 países, pero el mayor riesgo de infección se concentra en 52 países.

Corren el riesgo de contraer la infección las personas que realizan actividades agrícolas, domésticas o recreativas que las exponen a aguas infestadas. La falta de higiene y las actividades lúdicas hacen que los/as niños/as sean especialmente vulnerables a la infección.

El agua potable y un saneamiento adecuado reducen el contacto con las aguas infestadas y la contaminación de las fuentes de agua. El control de la Esquistosomiasis se centra en reducir los casos de la enfermedad mediante el tratamiento periódico y focalizado con prazicuantel.

Transmisión

Las personas se infectan cuando las formas larvarias del parásito, liberadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel durante el contacto con aguas infestadas.

En el interior del organismo, las larvas se convierten en esquistosomas adultos, que viven en los vasos sanguíneos, donde las hembras ponen sus huevos. Algunos de esos huevos salen del organismo con las heces o la orina y continúan el ciclo vital del parásito. Otros quedan atrapados en los tejidos corporales, donde causan una reacción inmunitaria y un daño progresivo de los órganos.

La Esquistosomiasis es prevalente en las regiones tropicales y subtropicales, especialmente en las comunidades pobre sin acceso a agua de bebida salubre ni a saneamiento adecuado.

Prevención y control

La prevención y el control de la Esquistosomiasis se basan en el control de los caracoles, la mejora del saneamiento y la educación sanitaria.

Esto requiere un tratamiento periódico de todas las personas pertenecientes a grupos de riesgo. El tratamiento debe complementarse con educación sanitaria y con el acceso a agua salubre y un buen saneamiento.

Los grupos destinatarios del tratamiento son:

  • Los/as niños/as en edad escolar de las zonas endémicas;
  • Los adultos que se consideren en riesgo en las zonas endémicas, como las mujeres embarazadas y lactantes, las personas cuyos trabajos impliquen contacto con aguas infestadas, como la pesca, las labores agrícolas o la irrigación, y las mujeres cuyas tareas domésticas las ponen en contacto con aguas infestadas;
  • Las comunidades enteras residentes en zonas endémicas.
  • La frecuencia del tratamiento depende de la prevalencia de la infección o de la hematuria visible (en el caso de la esquistosomiasis urogenital) en niños/as en edad escolar. En zonas con mucha transmisión, el tratamiento puede tener que repetirse anualmente durante varios años.

El objetivo es reducir la frecuencia de la enfermedad: el tratamiento periódico de las poblaciones en riesgo curará los síntomas leves y evitará que las personas infectadas sufran enfermedad crónica grave en sus fases tardías.

Fuente: OMS