- Instan a detectar todo tipo de criaderos y eliminarlos.
- Ante cualquier síntoma febril, acuda al médico.
La Dirección General de Vigilancia de la Salud ha notificado 47.535 casos de síndrome febril agudo, de los cuales 12.321 (25,92%) fueron casos confirmados de Dengue; y 3.910 (8,23%) casos de Chikungunya (873 por laboratorio y 3.037 por nexo). Se registraron 2 co-infecciones (DEN/CHIK) y 11 (0,02%) fueron confirmados para otros diagnósticos. Se descartaron 12.386 (26,06%) y continúan como sospechosos 18.905 (39,77%).
El Ministerio de Salud sigue con las tareas detección de criaderos en Central, Capital y demás departamentos donde se confirmaron casos positivos de la enfermedad.
Los barrios de los municipios en los que se registran las mayores cantidades de casos confirmados vuelven a caer en la misma actitud de no eliminar los criaderos. Si esta situación continúa, el Dengue y Chikungunya avanzarán hacia otras zonas afectando a los pobladores, principalmente los más susceptibles: embarazadas, adultos mayores y recién nacidos.
El control domiciliario, tanto en el interior de la casa, como en el patio, debe ser permanente para evitar convivir con criaderos de mosquitos, que son fuentes de enfermedades como el Dengue y Chikungunya. En ese contexto, la cartera sanitaria recuerda algunos objetos que pueden convertirse en fuente de cría de larvas, a fin de que sean identificados y erradicados del hogar.
Criaderos en el interior de la casa (intradomiciliarios)
Floreros, portamacetas, jarrones, botellas retornables, desagüe de refrigeradores, inodoros que no se utilizan.
Criaderos en el patio (peridomiciliarios)
Recipientes descartables, frascos, botellas, macetas, latas, neumáticos, tanques, tambores, toneles, tanques elevados, plantas de hoja ancha (bromelias, banano), canaletas de desagüe, plantas acuáticas, vidrios en la pared, ladrillos huecos, bloques, huecos en paredes (bloques).
Artificiales inservibles
Cubiertas a la intemperie, baterías viejas, carrocerías y piezas de automotores, baterías, latas, botellas o frascos de diverso tipo, juguetes viejos a la intemperie, baldes, tarros, materiales de construcción, cáscaras de huevo, coco u otras, botas de goma en desuso.
Para la identificación y eliminación de estos potenciales criaderos, se necesita invertir 10 minutos diarios en la revisión de la vivienda.