- Una respuesta efectiva es la esperada por los organismos internacionales, ante eventuales casos.
- Nuestro país cuenta con su instructivo de comunicación de riesgo.
Con la participación de 11 países de las Américas, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) realiza este 9 y 10 de diciembre en Quito, Ecuador, una capacitación sobre comunicación de riesgo, en el marco de los planes de respuesta que los países de las Américas preparan ante la posibilidad de que ingrese un caso de Ébola a la región, y con el objetivo de promover una respuesta eficaz ante emergencias de salud pública.
Epidemiólogos y comunicadores involucrados en la respuesta a brotes y enfermedades infecciosas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, participan en el “Taller para el desarrollo de capacidades en comunicación de riesgos en el marco del RSI (Reglamento Sanitario Internacional), para fortalecer los planes de respuesta ante el Ébola”.
Una comitiva paraguaya, encabezada por la Dra. Águeda Cabello, Directora General de Vigilancia de la Salud, estuvo presente en este encuentro regional. Asimismo, asistió a la cita la Lic. Lus Ferreira, Directora General de Comunicación en Salud.
“La OPS/OMS está comprometida a ayudar a reforzar las habilidades de los países para responder ante un caso de Ébola y contenerlo”, afirmó la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, en un mensaje a los participantes.
Esta capacitación se desarrolla en el marco de la cooperación técnica que la OPS/OMS brinda a los países de la región, frente a la potencial detección de casos de Ébola y con el objetivo de fortalecer las capacidades nacionales existentes. Este es el tercer taller que se realiza en las Américas para comunicación de riesgo. A principios de noviembre se realizó uno en Barbados, donde participaron más de 100 representantes de países del Caribe inglés, y a mediados de noviembre se realizó otra capacitación en Panamá, dirigida a representantes de los países de Centroamérica.
En este taller, orientado a los países de América del Sur, hace énfasis en el papel estratégico de la comunicación de riesgos y las dificultades del entorno de una emergencia de salud pública, así como también experiencias sobre el trabajo de los países en preparación ante el Ébola. En ese contexto, se brindó información epidemiológica sobre la enfermedad y también sobre Chikungunya, un virus transmitido por mosquitos, que causa fiebre alta y dolor articular, entre otros síntomas, y que está en la región desde diciembre del año pasado.
La comunicación de riesgos en el contexto de emergencias de salud pública debe ser parte de un proceso de planificación, diseño y ejecución, integrado a los planes que las instituciones tienen para la gestión del riesgo. Este esfuerzo de planificación es exitoso si se hace en equipo.
“El brote de ébola en África nos hace pensar si la presencia de Ébola está asociada a un conjunto de determinantes sociales y ambientales, (…) y también nos hace pensar sobre qué es lo que comunicamos y cuáles son los intereses que hay detrás”, señaló el viceministro de Salud Pública de Ecuador, David Acurio.
El fortalecimiento de las capacidades nacionales forma parte de los requisitos de vigilancia y respuesta del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), un conjunto de normas de carácter vinculante para 194 países -entre ellos todos los Estados Miembros de la OMS- que buscan ayudar a la comunidad internacional a prevenir y afrontar riesgos agudos de salud pública susceptibles de atravesar fronteras y amenazar a poblaciones de todo el mundo.
La OPS/OMS ha impulsado una serie de acciones para ayudar a los países de la región a detectar casos sospechosos de Ébola, y prevenir y contener la transmisión local ante la posible llegada de alguna persona infectada.
El brote de Ébola en África occidental fue declarado una emergencia de salud pública de importancia internacional por la Directora General de la OMS, Margaret Chan, el 8 de agosto pasado. Al 8 de diciembre, se reportaron más de 17.800 casos y más de 6.300 muertes, la mayoría en Guinea, Liberia y Sierra Leona, según datos de la OMS. A excepción de los Estados Unidos, en el resto de las Américas no se han registrado casos hasta el momento.