- Puede producir insuficiencia respiratoria y neumonía.
- Recomiendan la aplicación de la vacuna contra la influenza como protección.
- Instan a la consulta precoz ante aparición de síntomas para evitar complicaciones.
Las infecciones respiratorias son una de las principales causas de enfermedad en épocas de frío. Las temperaturas bajas condicionan una mejor transmisión de agentes causantes de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAG), como es el caso de la Influenza o gripe. Este mal puede afectar a cualquier persona, en mayor porcentaje a niños/as y a los de la tercera edad.
Los pacientes crónicos constituyen otro grupo vulnerable de la gripe, ya que esta afección ataca por lo general las defensas, ocasionando severas complicaciones, principalmente en pacientes debilitados o que se encuentran con las defensas disminuidas.
En un paciente debilitado bajo la afección cardiaca, los síntomas de la gripe pueden aparecer de forma mucho más rigurosa, causando una insuficiencia respiratoria y como consecuencia una neumonía, que puede llevar incluso al deceso.
Para prevenir estos daños es primordial la práctica de hábitos higiénicos, puesto que contribuyen a impedir la diseminación del virus y en caso de contar con síntomas respiratorios como fiebre o tos, realizar la consulta oportuna para evitar que el cuadro se complique.
Asimismo se recomienda intensificar el consumo de frutas y verduras para fortalecer el sistema inmunitario.
Por otra parte se destaca el papel fundamental que desempeña la dosis anti influenza en los grupos considerados vulnerables. Se aconseja la aplicación de la vacuna antigripal de forma necesaria a personas que se encuentran con algún comprometimiento cardiológico, y a aquellas que padecen de hipertensión, a fin de impedir complicaciones y desenlaces fatales.
Dentro de este grupo están incluidos los que cuentan con otros factores de riesgo asociados como la diabetes, o alguna situación de enfermedad respiratoria crónica.
Si presenta alguno de estos síntomas: fiebre, tos, dolor de garganta o cefalea, contacte con el centro de salud más cercano o al servicio de urgencias.
Ante síntomas respiratorios se recomienda:
- Reposar, previa consulta médica.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser y/o estornudar con la flexura del brazo, nunca con la mano.
- Lavarse frecuentemente las manos, principalmente después de entrar en contacto con secreciones (limpieza de nariz, estornudos o tos).
- No compartir mate, tereré, cubiertos ni vasos con otras personas.
- En lo posible No acudir a lugares de mucha concentración de personas para evitar dispersar el virus.
Gripe o influenza
Es una de las enfermedades respiratorias virales más contagiosas y severas. Puede derivar fácilmente en infecciones respiratorias agudas, como bronquitis y neumonía. Los síntomas iniciales son parecidos al de un resfriado, pero mucho más agresivos. Se caracterizan por fiebre muy alta, compromiso respiratorio, congestión nasal, de oídos, decaimiento mayor, sensación de ahogo y malestar severo. Los más pequeños suelen presentar náuseas y vómitos que podrían deshidratarlos.
Se transmite a través de las gotas de saliva diseminadas en el aire al hablar, toser o estornudar, y a través de las manos u objetos contaminados con el virus. En los/as niños/as se desarrollan con mayor facilidad complicaciones como laringitis, otitis, sinusitis y bronquitis. De no tratarse, podría comprometer otros órganos como las meninges.
Salud insta al grupo considerado de riesgo a inmunizarse contra la influenza, de forma a evitar posibles complicaciones y desenlaces fatales.