- Sus nutrientes contribuyen al adecuado crecimiento y desarrollo del ser humano.
- No solo contiene proteínas de alto valor biológico sino también vitaminas y minerales imprescindibles para la nutrición.
- Esta fecha fue instaurada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para enfocar la atención hacia este alimento y recordar sus múltiples beneficios.
El 1 de junio de cada año se recuerda el “Día Mundial de la Leche”, alimento esencial para el ser humano, ya que cuenta con nutrientes que contribuyen al adecuado crecimiento y desarrollo. No solo contiene proteínas de alto valor biológico, también diversas vitaminas y minerales imprescindibles para la nutrición.
La fecha fue instaurada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para enfocar la atención hacia este alimento y recordar sus múltiples beneficios.
En ese contexto, desde el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición – INAN, dependencia de la cartera sanitaria, resaltan los beneficios nutricionales que aportan la leche y los productos lácteos a la salud:
- Cantidades necesarias de calcio, que ayuda a fortalecer los huesos y dientes y reducen el riesgo de osteoporosis o debilidad de los huesos en la edad adulta.
- Nutrientes como proteínas, calcio, vitaminas A, B1, B2, B12 y D. Las proteínas que aportan son de alto valor biológico, y son necesarias para la formación de tejidos y el mantenimiento del organismo.
Niños, adolescentes, mujeres embarazadas y en etapa de lactancia, requieren mayor cantidad de calcio.
Si a los chicos no les gusta la leche como tal, se les puede ofrecer alimentos como arroz con leche, frutas licuadas con leche, o yogur natural. En el caso de los adultos, es preferible consumir lácteos descremados porque contienen menos grasa saturada.
Es importante recordar que las necesidades de productos lácteos dependen de los requerimientos de calcio, por lo que las porciones variarán según edades. En población escolar (2 a 9 años) y en adultos, de 3 a 4 porciones al día; mientras que durante el periodo de adolescencia (10 a 18 años), embarazo y lactancia, se deben alcanzar 4 porciones.