- Especialistas extranjeros en materia de prevención y control de estas enfermedades se reunieron con referentes del MSP.
- Intercambiaron criterios para mejorar la respuesta y disminuir la carga de morbimortalidad.
La Misión de la Fuerza de Tarea Inter-agencial de las Naciones Unidas sobre la Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles se encuentra en el país.
En el marco de esta visita oficial, esta mañana, en la sede del Ministerio de Salud se llevó a cabo una jornada de trabajo entre referentes de esta cartera, de la seguridad social y especialistas de reconocido prestigio internacional en materia de prevención y control de estas enfermedades.
“Cada uno de estos especialistas trae consigo la voluntad de contribuir para que el Plan Nacional de Acción para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles en Paraguay sea prontamente implementado y pueda contar con el éxito esperado”, expuso en la oportunidad el Dr. Carlos Castillo Solórzano, representante de OSP/OMS en Paraguay.
Por su parte, el Ministro de Salud Pública, Antonio Barrios exteriorizó que la prevalencia creciente de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles en el país es motivo de gran preocupación. “Desde el año 2004 ocupan las cuatro primeras causas generales de muertes a nivel nacional y en el 2014 constituyeron el 22% de las muertes prematuras”, refirió.
Barrios señaló que en los últimos cinco años, la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes aumentaron un 10%, al igual los factores de riesgo comunes a estas enfermedades, como el caso de la obesidad y el sobrepeso que afecta actualmente al 57% de la población paraguaya e indicó que el 75% de los paraguayos no realiza actividad física. Resaltó asimismo el bajo consumo de frutas y verduras alcanza niveles del 80%, el 14,5% consume tabaco, mientras que el 50,9% ingiere bebidas alcohólicas. “Estas cifras constituyen una amenaza actual y futura para la salud pública y el desarrollo social y económico en el Paraguay”, expuso el titular sanitario por lo que refiere la imperiosa necesidad de establecer acciones estratégicas para brindar una pronta y oportuna respuesta a esta problemática.
“El gran desafío consiste en dar respuesta al creciente aumento de las enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, diabetes, cáncer y las respiratorias crónicas. En consecuencia precisamos un sistema de salud capaz de ofrecer una respuesta integral a todas las enfermedades transmisibles o no, asegurando a los ciudadanos, la prevención, el tratamiento y el manejo de las enfermedades a lo largo de toda su vida”, declaró el alto funcionario.
El Ministro de Salud aseveró que afortunadamente las enfermedades no transmisibles son prevenibles. “Las recientes evidencias científicas para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles apuntan al control de los factores de riesgos a través de intervenciones multisectoriales en la comunidad y al fortalecimiento de los servicios en la atención primaria de salud”, dijo.
Para este efecto, Paraguay cuenta con un Plan Nacional de Acción para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles 2014-2024, con el cual se reafirma el compromiso asumido con la declaración política de las Naciones Unidas para la prevención y control de estas enfermedades, y se establece una hoja de ruta para los próximos 10 años, con miras a dar cumplimiento a las metas globales propuestas en el Plan Mundial para el año 2025. “En esta labor, contamos con el valioso apoyo de la Fuerza de Tarea Inter-agencial”, manifestó Antonio Barrios.
En la oportunidad, los especialistas de las Naciones Unidas intercambiaron criterios para mejorar la respuesta y disminuir la carga de morbimortalidad de las enfermedades no transmisibles.
Según estadísticas, las Enfermedades Crónicas No Transmisibles actualmente son responsables de discapacidades y del 26% de mortalidad prematura en el grupo de adultos. Dentro de este grupo se engloba a las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, diabetes y cáncer. Presentan una prevalencia creciente en el país, por tanto constituyen una amenaza para la salud pública y el desarrollo.
