- Control periódico es fundamental para recibir tratamiento adecuado.
- Conozca los efectos en embarazadas y en sus bebés.
Durante el estado de gravidez las mujeres pueden infectarse con las mismas enfermedades de transmisión sexual (ETS) que contraen las mujeres que no están embarazadas. El embarazo no ofrece a las mujeres ni a sus bebés ninguna protección adicional contra las ETS.
Muchas de estas enfermedades son “silenciosas”, o no tienen síntomas, por lo que las mujeres no saben que están infectadas. Las mujeres embarazadas deben hacerse pruebas de detección, incluido el VIH (el virus que causa el sida), como parte de la atención médica de rutina durante el embarazo.
Las consecuencias de una ETS en una mujer embarazada y en su bebé pueden ser más graves y hasta mortales, si la mujer se infecta durante el embarazo. Es importante que las mujeres conozcan los efectos dañinos de las ETS y que sepan cómo protegerse y proteger a sus hijos contra la infección. Las parejas sexuales de las mujeres infectadas también deben hacerse pruebas de detección y recibir tratamiento.
¿Qué efectos tienen las ETS en la mujer embarazada y en su bebé?
Las ETS pueden causar complicaciones del embarazo y tener graves efectos en la mujer y su bebé en gestación. Algunos de estos problemas se pueden notar al momento del nacimiento, mientras que otros no se descubrirán sino hasta meses o años después.
Además, se sabe que la infección por una enfermedad de transmisión sexual, puede hacer más fácil que una persona se infecte con el VIH. La mayoría de estos problemas pueden prevenirse si la madre recibe atención médica de rutina durante el embarazo. Esta atención incluye pruebas de detección de ETS en etapas tempranas del embarazo y antes del parto, si es necesario.