- Cerca de 100 funcionarios de salud recorren zonas específicas de Loma Pytá para disminuir índices de proliferación de mosquitos.
Unas 70 manzanas son visitadas por funcionarios de distintas dependencias del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social en Loma Pytá, con el firme propósito de eliminar criaderos del mosquito Aedes aegypti, trasmisor de las enfermedades vectoriales Dengue, Zika y Chikungunya.
35 Seneperos y 30 brigadas integradas por funcionarios de Atención Primaria de la Salud, Hospital Materno Infantil de Loma Pytá y la XVIII Región Sanitaria, se concentraron en la plaza 29 de setiembre de la referida zona capitalina, para proceder a eliminar criaderos y realizar fumigaciones, producto de la notificación de casos febriles recibida por la Dirección General de Vigilancia de la Salud.
Los funcionarios recorren casa por casa para identificar los focos de proliferación del mosquito, mientras que las brigadas entregan materiales informativos a los dueños de casa con el fin de que asimilen los mensajes y conozcan donde están los potenciales criaderos de mosquitos.
El control domiciliario, tanto en el interior de la casa, como en el patio, debe ser permanente para evitar convivir con criaderos de mosquitos, que son fuentes de enfermedades como el Chikungunya. En ese contexto, la cartera sanitaria recuerda algunos objetos que pueden convertirse en fuente de cría de larvas, a fin de que sean identificados y erradicados del hogar.
Criaderos en el interior de la casa (intradomiciliarios)
Floreros, portamacetas, jarrones, botellas retornables, desagüe de refrigeradores, inodoros que no se utilizan.
Criaderos en el patio (peridomiciliarios)
Recipientes descartables, frascos, botellas, macetas, latas, neumáticos, tanques, tambores, toneles, tanques elevados, plantas de hoja ancha (bromelias, banano), canaletas de desagüe, plantas acuáticas, vidrios en la pared, ladrillos huecos, bloques, huecos en paredes (bloques).
Artificiales inservibles
Cubiertas a la intemperie, baterías viejas, carrocerías y piezas de automotores, baterías, latas, botellas o frascos de diverso tipo, juguetes viejos a la intemperie, baldes, tarros, materiales de construcción, cáscaras de huevo, coco u otras, botas de goma en desuso.
Para la identificación y eliminación de estos potenciales criaderos, se necesita invertir 10 minutos diarios en la revisión de la vivienda.