- Valores de la lucha contra el cáncer están simbolizados en el mural.
- Es un tributo a pacientes, familiares y trabajadores de salud del hospital.
El amor por la vida, la esperanza y la energía que moviliza la lucha contra el cáncer en cada paciente, familiar y en cada profesional de salud y trabajador del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) están ahora simbolizados en un mural pintado en el frente del hospital.
Creada y pintada por el muralista paraguayo Oz Montanía, esta obra de arte mural – concluida tras cinco jornadas de trabajo – ocupa desde el 13 de abril el frente de este hospital público especializado en oncología.
El mentor del proyecto artístico y director general de la institución, Doctor Julio Rolón, expresa: “El mural es un sueño cumplido. Quería que la gente tenga una primera mirada distinta del hospital, creo que Oz ha sabido interpretar exactamente lo que quería”. Sobre la concreción de esta iniciativa, el médico afirma: “Estoy feliz. Sabemos y somos conscientes de que hay mucho por hacer y lo estamos haciendo”.
“El cáncer requiere de una visión integral para vencerlo. Todos los aspectos son importantes. Los pacientes y sus familiares requieren del soporte vital que somos todos los que trabajamos en salud. En mi opinión el cáncer es vida porque despierta sentimientos que jamás hubiéramos imaginado. Suena contradictorio, pero ante esta enfermedad brota el verdadero ser humano capaz de entregar hasta el último suspiro por el otro buscando su curación o prolongarle la vida. Alcanzamos la real dimensión de la vida y la escala de valores pone a Dios y a la familia en primer lugar. ¡El cáncer nos une! ¡Paraguay nos une!”
LA MIRADA DE OZ
Oz Montanía es un muralista joven consagrado en Paraguay y el exterior. “La composición de un mural depende mucho del espacio en donde va a estar. A partir de eso tengo que plantear una idea que funcione en ese espacio. Lo primero que me llamó la atención en el INCAN fue la superficie segmentada. Nunca había pintado en un espacio similar; tampoco había pintado en un hospital”.
El artista cuenta: “Leí mucho sobre el INCAN y me gustó lo que se hace aquí, me pareció que valía la pena. Al ver las fotos del frente del hospital vi que necesitaba un poco de color y ahí nació la temática de la composición. Por sobre todas las cosas, el Dr. Julio quería que el mural transmitiera alegría”.
Oz describe: “En la composición del mural del INCAN tenemos la imagen de un paciente y un acompañante. Hasta lograr las expresiones que queríamos pintar fue así, un ´ida y vuelta´, porque tenía que trasmitir alegría, y es algo bastante complejo cuando hablamos de cáncer. Pero ya aquí trabajando en el hospital y viendo a los pacientes y a su gente, veo que no es algo tan descabellado. Hay muchas personas que tienen la mejor actitud. Eso hace la diferencia, porque vos le estás enviando mensajes a tu cuerpo con tu actitud”.
El mural puede ser apreciado como un todo y también en sus partes, explica Oz “Al ser segmentado el espacio para el mural del INCAN fui preparándolo de modo que tenga sentido como un todo y que cada panel o segmento, por sí solo, también funcione como un cuadro abstracto”.