Tener a su cargo el cuidado de un familiar afectado con una infección respiratoria, conlleva a conocer las principales medidas de protección para usted y las demás personas que no están enfermas.
En ese aspecto es necesario mantener a la persona enferma alejada de los otros lo más posible y recordar a la persona enferma que se cubra la boca cuando tose y que se lave a menudo las manos con agua y jabón, o con una loción para manos a base de alcohol, especialmente después de toser o estornudar.
Hacer que todos los miembros del hogar se laven a menudo las manos con agua y jabón, o frotándose con una loción para manos a base de alcohol.
Consultar con el profesional médico si las personas que viven con un enfermo manifiestan síntomas del mal.
Tápese la boca y la nariz cuando cuide al enfermo. Trate de mantener bien ventilada la zona donde se encuentra el enfermo. Utilice las ventanas y las puertas para crear corrientes de aire. Mantenga limpio el entorno, utilizando productos domésticos de limpieza.
Cómo tratar a una persona con cuadros respiratorios
Manténgala en una habitación separada de las áreas comunes de la casa, con la puerta cerrada durante el mayor tiempo posible.
A menos que tenga que ir al médico, no debe salir de la casa cuando tenga fiebre o durante la etapa en que la enfermedad suele ser más contagiosa: siete días después de que aparecen los síntomas, en los adultos; y diez días después de que aparecen los síntomas, en los niños.
Si necesita salir de la casa, debe cubrirse la boca y la nariz cuando tose o estornuda, y usar mascarillas si es posible.
Si tiene que estar en áreas comunes de la casa o cerca de otras personas, debe usar tapa bocas.
De ser posible, la persona enferma debe utilizar un baño aparte.