- Ante el mínimo síntoma se recomienda acudir al médico y no automedicarse.
- Es preponderante eliminar criaderos del vector.
trabajo del SENEPA deben ser apoyado por todos.
Estas dos enfermedades trasmitidas por los mosquitos Aedes Aegypti y el Aedes Albopictus, son rebatibles en un alto porcentaje por los integrantes de la comunidad, mediante la simple limpieza y eliminación de los reservorios de agua que son los lugares que sirven de criaderos para estos vectores.
Los síntomas del Dengue son: fiebre alta, dolores de cabeza, huesos, músculos y articulaciones; dolor detrás de los ojos; manchas rojizas en la piel; náuseas y vómitos; desgano y apatía.
Un tratamiento médico oportuno permite la recuperación del enfermo de Dengue; por eso, ante los primeros síntomas, es fundamental acudir a un médico y evitar toda forma de automedicación.
El dengue puede complicarse presentando hemorragias nasales o de encías; dolor de estómago; piel pálida, fría y pegajosa; vómitos con o sin sangre; pulso rápido o débil; dificultad para respirar; desvanecimiento o desmayo; irritabilidad. Estos síntomas describen un caso de dengue grave -llamado también Dengue Hemorrágico- que puede derivar en la muerte del enfermo que no es examinado y tratado a tiempo por un médico.
Para transmitir el Dengue, el Aedes Aegypti tiene que haber picado primero a una persona enferma de Dengue. Picando después a otras personas, el mosquito va contagiando la enfermedad a gente sana.
El Aedes Aegypti se reproduce en el agua limpia y quieta; por eso, cualquier envase u objeto capaz de almacenar el líquido a la intemperie o bajo techo, es un posible criadero del mosquito.
Sin mosquito, no hay Dengue ni Chikungunya. Eliminar sus criaderos es la mejor manera de prevenir esta enfermedad contra la cual no existe ni vacunas ni medicinas preventivas.
