- Esta enfermedad es considerada una “urgencia infectológica” porque afecta las meninges, una fina capa que recubre al cerebro y la médula espinal.
- El agente infeccioso que la produce se transmite de persona a persona. No está en el ambiente por lo que no hace falta cerrar instituciones educativas ante casos sospechosos.
- Se deben tomar medidas de higiene y cuidado de la salud, como lavado frecuente de manos y limpieza con hipoclorito de sodio, mantener el esquema de vacunación al día y, ante inicio de síntomas, consultar con el médico evitando la automedicación.
La meningitis es considerada una urgencia infectológica porque afecta a la fina capa que recubre el cerebro y la médula espinal, que son las meninges. Es una enfermedad infecto contagiosa de persona a persona. Pero no que se encuentra en el ambiente, por consiguiente no hace falta cerrar instituciones educativas ante el reporte de casos sospechosos.
Aunque sí es fundamental que en las instituciones educativas se limpien frecuentemente los bebederos y se evite que los niños consuman agua directamente desde los grifos. Asimismo, deben utilizar vasos individuales o descartables para beber agua, no compartir utensilios, tereré, mate y limpiar los sanitarios frecuentemente, desinfectando con hipoclorito de sodio.
Es necesario el lavado de manos con agua y jabón, en especial antes de comer, luego de ir al baño y luego de sonarse la nariz.
Por otro lado, es indispensable que el niño que cuente con síntomas de la enfermedad, no acuda a la escuela o colegio para evitar que otros también enfermen. Los padres deben llevarlo a consultar al médico y evitar la automedicación con el inicio de los síntomas
“Es importante, como una medida general, aparte de una la limpieza, verificar el estado de vacunación de los estudiantes”, remarca la Dra. Sonia Arza, titular del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), al tiempo de señalar que quienes no cuenten con un esquema actualizado deben ponerse al día.
Causas de la meningitis
Las bacterias y los virus que causan una infección en la piel, el aparato urinario o el tracto respiratorio, así como el tracto gastrointestinal, pueden viajar por torrente sanguíneo llegando hasta las meninges a través del líquido cefalorraquídeo. El 80% de las meningitis está causada por virus, entre el 15 y el 20% por bacterias, el resto está originada por intoxicaciones, hongos, medicamentos y otras enfermedades. El tratamiento tiene que ser inmediato, con el uso de antibióticos en el caso de infecciones bacterianas o manejo adecuado sintomático en el caso de meningitis virales.
Los síntomas de la Meningitis viral se presentan muy similares a los de otros cuadros virales con cefalea intensa, fiebre, nausea, vómitos, sensibilidad a la luz, rigidez de nuca y deshidratación. Como se trata de un proceso viral, los antibióticos no están indicados, las medidas son sintomáticas y algunos casos requieren hospitalización para su monitorización. Ante la presencia de los síntomas mencionados, es importante la consulta precoz y no auto medicarse para que la valoración por parte del profesional de salud pueda ser objetiva.
La mayoría de las meningitis virales es causada por un virus llamado Enterovirus, el cual es similar a muchos otros virus respiratorios que circulan durante todo el año con el cuadro clínico de resfrío común. El Enterovirus puede además ser eliminado a través de las heces por varias semanas luego de resueltos los síntomas de la infección, por tanto las recomendaciones brindadas reflejan el énfasis en cuidados preventivos de higiene.
La Meningitis bacteriana, como su nombre lo dice, es producida por una bacteria. Actualmente, los agentes etiológicos que con mayor frecuencia producen meningitis bacteriana en niños en el Paraguay son: neumococo y meningococo. El Haemophilus influenzae tipo B prácticamente ha desaparecido como microorganismo causante de meningitis bacteriana aguda luego de la introducción de la vacuna contra este agente en el programa nacional de inmunización.
Los síntomas que deben ser tenidos en cuenta por los padres son similares a los cuadros virales: fiebre, dolor de cabeza intenso, malestar general, rechazo del alimento, vómitos frecuentes, que no ceden, convulsiones y alteraciones de la conciencia, entre otros síntomas.