En el Hospital Pediátrico promueven la lectura, pues fomenta valores, entretiene y enseña.- Es más fácil para los/as pequeños/as identificar sus problemas con personajes de cuentos, saber que existen otras personas con sus mismos temores o ideales.
- Psicóloga aconseja a adultos a crear historias, usando mucha imaginación.
Las historias cobran vida a través de los libros de cuentos y es por eso que en el Departamento de Salud Mental del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” fomentan la lectura como una forma de crear lazos familiares más fuertes, entretener y enseñar.
La psicóloga Belén Migliorisi, en sala de espera, habla con padres, madres y chicos que visitan el hospital sobre los valores que se crean a través de la lectura de libros o mediante aquellas historias inventadas por los adultos para hacer comprender a los/as más pequeños/as diferentes situaciones –buenas o malas- que se presentan en la vida cotidiana, de manera sencilla y eficaz.
Los cuentos ayudan a los/as niños/as a realizar análisis crítico de lo que está bien o mal dentro del contexto de una historia. En ella encuentran personajes como villanos, victimas, héroes; todos dejan un mensaje. El lenguaje que se utiliza, generalmente, es sencillo, lo que posibilita una rápida comprensión, según indica la profesional.
Es más fácil para los infantes identificar sus problemas con los personajes de cuentos, saber que existen otras personas con sus mismos temores o ideales, pueden encontrar respuestas a sus interrogantes, ejemplificar sus vivencias, expresar sus emociones y hasta les será más fácil solicitar ayuda.
La psicóloga aconsejó a los adultos a crear historias, usando mucha imaginación, que den participación a quienes se encuentren presentes en ese momento con el aporte de más datos, que puedan enriquecer los relatos. “Es un espacio de relacionamiento entre abuelos/as y nietos/as, padres e hijos/as, tíos/as y sobrinos/as; es un momento de contacto íntimo con sus seres queridos”, refiere.
En ocasiones, los/as niños/as piden que se les cuente una y otra vez la misma historia, recomiendan a los adultos cumplir con esas peticiones ya que los/as más pequeños/as asocian ese tiempo como un momento de vínculo, lo que califica como un hecho positivo.
Finalizada la charla, sortean libros de cuentos entre los presentes.
