- “Ahora puedo hacer cosas que creí que ya no las haría más”, declaró el adolescente de 16 años.
- Había perdido sus brazos y piernas producto de quemadura al entrar en contacto con cables de alta tensión.
- Hoy, con la ayuda de sus prótesis puede valerse por sí mismo.
- Su sueño es llegar a ser médico para ayudar a otros/as niños/as que pasaron por su misma situación.
Con una amplia sonrisa y con grandes expectativas de vida, regresó al país Luis Giménez, luego de cuatro meses de rehabilitación llevado a cabo en México, donde se le implantaron nuevas extremidades. Se trata de prótesis permanentes de última generación (brazos y piernas).
El adolescente de 16 años, a principios del 2014 había sufrido un accidente por quemadura eléctrica al tratar de colocar un cartel. Desafortunadamente al momento de la instalación entró en contacto con un cable de alta tensión que le produjo grandes quemaduras e hizo que perdiera sus brazos y piernas. Su estado era crítico en ese entonces, con riesgo a morir, pero gracias a la intervención oportuna de especialistas y de todo el plantel humano del Centro Nacional del Quemado, se pudo salvar la vida del menor.
Hoy, Luisito ya puede caminar. “Ahora puedo hacer cosas que creí que ya no las haría más”, expresó entusiasmado el adolescente. Manifestó que su sueño es llegar a ser médico para ayudar a otros/as niños/as que hayan pasado por una experiencia similar a la suya.
El muchacho continuará con su tratamiento en el Centro del Quemado, de la mano de profesionales del área de rehabilitación, psicología y médica. “Con mucha satisfacción vemos de cerca los logros que está obteniendo. Empezó a caminar y a escribir con ayuda de sus prótesis. Estamos muy contentos con él”, declaró el Dr. Bruno Balmelli, director del Centro Nacional del Quemado.
Balmelli agradeció la colaboración del Grupo Shriners, quien costeó los pasajes, estadía, asistencia y tratamiento para que este campeón pueda contar nuevamente con sus extremidades y se pueda lograr su reinserción al ámbito social y laboral como es su deseo.
Según indicó el profesional de salud, en principio el menor realizará sus controles de forma periódica, una vez por semana, hasta que pueda deambular con mayor precisión. Luego de esto, acudirá al servicio solo una vez al mes.
Para dentro de un año partirá nuevamente a México para realizar su control anual.
