- SENEPA recuerda que si la población no colabora con la limpieza de sus hogares, el rociado sirve por poco tiempo.
Dentro de la estrategia de prevención (y de manera complementaria), el rociamiento de insecticidas cumple la función de eliminar la población adulta de mosquitos, principalmente del Aedes aegypti, vectores que trasmiten enfermedades como el Dengue, Zika y Chikungunya.
Es por ello que el funcionariado recibe frecuentemente capacitaciones para aplicarlas en el trabajo de campo, que permitirá hacer bien los deberes y repercutirá en el control de las referidas enfermedades. Es así que se realizó el “Taller de Adiestramiento para Rociadores”.
Cabe destacar que a modo de introducción los jefes y representantes de los diferentes programas a cargo de la institución disertaron sobre las enfermedades transmitidas por vectores. Esta actividad se extenderá hasta el 6 de octubre, ya con la presencia de expertos internacionales y se espera que los participantes de esta jornada sean formadores de los demás compañeros que se dedican a esta labor.
Los ciclos de rociado para bloquear los casos de Dengue, Zika y/o Chikungunya, son fundamentales para evitar la expansión de la enfermedad.
En tal sentido, los reportes de casos sospechosos enviados desde la Dirección General de Vigilancia de la Salud a la referida dependencia ministerial, son determinantes para lograr el bloqueo y evitar que los mosquitos piquen a las personas con sospecha de la enfermedad.
Se realizan ciclos de rociado y eliminación de criaderos cada tres días, en un radio de 6 manzanas para terminar con la población del Aedes.
Además se realizan otros cinco ciclos de rociado en todas las cuadras aledañas, lográndose con ello que la enfermedad no se expanda.
Sin embargo, los ciclos bien cumplidos de rociado y eliminación de criaderos e identificación de casos sospechosos, sirven de poco si la población no colabora con la limpieza continua de sus hogares.
Por ello es importante identificar los potenciales criaderos y descartarlos adecuadamente.
