- Para salvar vidas, personal de salud de Alto Paraná, Canindeyú y Caaguazú participan de jornadas de capacitación hasta este miércoles.
- Con la implementación de la estrategia, se redujo notablemente la mortalidad materna.
Hoy prosigue la capacitación dirigida a profesionales de servicios de Canindeyú, Alto Paraná y Caaguazú en “Código Rojo”, una estrategia aplicada para salvar la vida de madres y neonatos que presenten problemas durante el embarazo o complicaciones en el parto. El adiestramiento a una veintena de participantes se inició este lunes y culminará mañana, miércoles 27 de mayo, y tiene lugar en sede de la Itaipú Binacional, en el décimo departamento del país.
Dentro del plantel de profesionales se encuentran incluidos médicos generales, gineco-obstetras, pediatras y licenciadas en obstetricia.
“Código Rojo” se implementa en el marco de la Movilización Nacional para la disminución de la mortalidad materna y del recién nacido que apunta a lograr #CeroMuertesEvitables. La capacitación de recursos humanos en salud en esta nueva estrategia de atención está compuesta por tres fases: a) emergencias obstétricas, donde se enseña técnicas y procedimientos; b) reanimación cardiopulmonar para adultos; y, c) reanimación neonatal. Éstas se desarrollan periódicamente por competencia, en grupos reducidos. Las clases se dictan en modalidad teórico-práctica, con modelos anatómicos en simulación de partos.
El objetivo primordial de estas jornadas de capacitación es dotar al personal de salud del área materna e infantil de herramientas para dar resolutividad a las emergencias obstétricas o neonatales que puedan presentarse durante el embarazo o ante un parto dificultoso.
Las principales causas de muerte materna en el país constituyen las hemorragias, infección generalizada (sepsis), enfermedad hipertensiva del embarazo que puede generar una eclampsia, provocando convulsiones en la paciente. Este cuadro puede generar complicaciones a la madre y al bebé.
De acuerdo a informes, a nivel país se evidencia una significativa disminución del índice de mortalidad materna en un 30% en la razón de mortalidad, y se mantuvo la tasa de mortalidad neonatal en 10,6.
En un año (2014), se atendieron más de 20.600 partos exitosos en la franja de 10 a 19 años, lo que denota la capacidad actual del personal de salud para la atención y el seguimiento de embarazos en etapas riesgosas.