- Reconozca los síntomas de la enfermedad y los métodos preventivos.
- Ante complicaciones es importante visitar al médico.
La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más frecuentes y tratables en niños y adultos. Es la inflamación de la conjuntiva, el tejido fino y transparente que cubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.
Los síntomas de la conjuntivitis pueden variar dependiendo de la causa pero, por lo general, incluyen lo siguiente:
- Enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o del interior del párpado.
- Aumento en la cantidad de lágrimas.
- Secreción del ojo blanca, amarillenta o verdosa.
- Picazón, irritación o ardor en los ojos.
- Mayor sensibilidad a la luz.
- Sensación de tener arena en los ojos.
- Ojos o pestañas con legañas.
La mayoría de los casos de conjuntivitis son leves y mejoran por sí mismos, incluso sin tratamiento. Sin embargo, en algunas ocasiones es importante consultar con un médico para que le dé un tratamiento específico o para que le haga seguimiento de cerca. Usted debe ver a un proveedor de atención médica si tiene conjuntivitis junto con cualquiera de los siguientes síntomas:
- Dolor en el ojo entre moderado y fuerte.
- Sensibilidad a la luz o visión borrosa.
- Enrojecimiento intenso en el ojo.
- El sistema inmunitario debilitado, por ejemplo, a causa del VIH o un tratamiento contra el cáncer.
- Síntomas que empeoren o no mejoren, incluida la conjuntivitis bacteriana que no mejore después de 24 horas de comenzar el tratamiento con antibiótico.
- Afecciones prexistentes en los ojos que puedan ponerlo en riesgo de presentar complicaciones o una infección grave.
La conjuntivitis causada por virus o bacterias es muy contagiosa y se propaga fácil y rápidamente de persona a persona. Es causada por alérgenos o sustancias irritantes no es contagiosa, pero es posible que se produzca una infección secundaria por otros virus o bacterias que sean contagiosos. Usted puede reducir el riesgo de contraer o propagar la conjuntivitis si toma algunas medidas simples de cuidado personal:
- Lávese las manos.
- Evite tocarse o frotarse los ojos.
- Evite compartir el maquillaje para los ojos y la cara, los cepillos cosméticos, los lentes de contacto y sus envases, y los anteojos.