- Estudio elaborado por la organización Social Progress Imperative señala que nuestro país ocupa el puesto 25 en los componentes Salud y Bienestar, entre 132 países.
- Subió un puesto con relación al año pasado.
- En la dimensión de “Necesidades Humanas Básicas”, tiene mejor desempeño en “Nutrición” y “Asistencia Médica Básica”.
Un estudio efectuado por la organización Social Progress Imperative (SPI) a nivel global, sobre crecimiento y progreso social, arrojó como resultado que Paraguay consiguió avanzar en el ranking 16 puestos en relación al año pasado, pasando del lugar 72 al 56, de entre 132 países.
En ese contexto, en los componentes “Salud” y “Bienestar y Tolerancia”, nuestro país avanzó un lugar en relación al año pasado, ocupando actualmente el puesto número 25.
Además, en la dimensión de “Necesidades Humanas Básicas”, Paraguay tiene mejor desempeño en “Nutrición” y “Asistencia Médica Básica” y tiene oportunidad de mejorar en el componente de “Vivienda”.
Cabe señalar que, Salud Pública reportó 92.854 atenciones de enero a marzo de este año, en el marco de la declaración de emergencia que el Gobierno Nacional impuso con el objetivo de brindar servicios a estas comunidades postergadas en su desarrollo durante mucho tiempo.
De este total, se llevaron a cabo 9.852 atenciones extramurales en salud bucodental, 6.715 consultas y visitas médicas a adultos mayores, 16.909 consultas extramurales de Programas de Salud y 48.491 consultas médicas en Unidades de Salud de la Familia. Así también, 10.887 consultas en Hospitales Regionales, Distritales y Centros de Salud de los tres departamentos.
Mediante el Programa Nacional “Sembrando Oportunidades”, se busca concretar los principios básicos de Prevención, Promoción, Tratamiento y Rehabilitación de personas en las comunidades. Tiene como objetivo primordial aumentar los ingresos y el acceso a los servicios sociales de las familias en condición de pobreza extrema.
Estas familias se encuentran en los distritos con mayor vulnerabilidad social, donde existen asentamientos y comunidades que tienen múltiples precariedades en infraestructura, servicios sociales, escasez de empleo y baja productividad en las fincas campesinas.
Disminuir esa brecha es el gran desafío del Gobierno Nacional, de manera a que la población pueda desarrollar estrategias familiares para su desarrollo económico y social, mediante salud y educación.
