- Este viernes 25 de noviembre, a las 10:00, en el Instituto Nacional del Cáncer.
- Tres son los componentes principales de la escuela hospitalaria: el acompañamiento pedagógico al niño y al adolescente, la contención y ayuda a familiares y el trabajo inter-institucional con entes que trabajan por el bienestar del chico.
- Si bien lograr que el chico no pierda el año lectivo es un objetivo importante del aula, lo es también brindarle un espacio de entretenimiento durante su hospitalización.
Un año lectivo más en el “Aula Hospitalaria” del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) se cerrará mañana viernes 25 de noviembre. En un acto de entrega de diplomas, docentes y profesionales de salud reconocerán el esfuerzo de los niños, niñas y adolescentes que continuaron estudiando en el 2016 mientras recibían un tratamiento contra el cáncer en el Departamento de Oncología Pediátrica de este hospital.
El acto se llevará a cabo desde las 10 horas, en el auditorio del INCAN (Ruta 2 Km 23 ½ Ramal Areguá Capiata). Será una fiesta de alumnos, padres, médicos, enfermeros, profesores, funcionarios del Instituto y representantes del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), por el camino andado en este año. Junto con la entrega de diplomas, se prevén números de entretenimiento y música para los chicos.
Niños, niñas y adolescentes pacientes del Departamento de Oncología Pediátrica asisten al aula hospitalaria del INCAN, constituida por un convenio entre el MEC y el Ministerio de Salud Pública.
Tres son los componentes principales de la escuela hospitalaria del INCAN: el acompañamiento pedagógico al niño y al adolescente, la contención y ayuda a los familiares y el trabajo inter-institucional con entes que trabajan por el bienestar del chico. “Trabajar en el aula nos demanda conocer bien al niño en su parte médica, pedagógica y humana,” cuenta el Profesor Vicente Villalba, docente encargado.
Cuando de acompañar la escolarización del chico se trata, “establecemos una relación con la escuela de origen para ver en qué etapa de sus estudios y mandamos el diagnóstico médico informando sobre la salud del alumno. En el caso de los chicos que pueden seguir asistiendo a la escuela convencional le informamos hasta qué punto pueden hacer las actividades escolares como por ejemplo la gimnasia,” describe el profesor.
Si bien lograr que el chico no pierda el año lectivo es un objetivo importante del aula del INCAN, lo es también darle a él o ella un espacio de entretenimiento durante su hospitalización: “Nuestro lema es <Educar para la vida>; esto significa aprovechar los momentos que pueda tener el chico en un ambiente agradable, disfrutando así de su vida a pesar de la crisis de salud que atraviesa,” expresa el maestro.
“En torno a la escuela, también padres e hijos realizan manualidades que ponen a la venta para ayudar a la familia en los gastos propios que conlleva esta enfermedad”, señala Villalba.