- Vacacionar es hacer una pausa a las actividades laborales cotidianas para realizar otras más distendidas.
- Debe ser un tiempo de relax para renovar energías.
- Si va a viajar, ajustarse a su ingreso económico y no seguir tendencias.
Muchas personas asocian las vacaciones con viajar, cuando en realidad la pausa laboral es un requerimiento para que el organismo descanse y renueve las energías para hacer frente al ajetreo cotidiano.
Salir de vacaciones no implica precisamente realizar viajes, asegura el Dr. Charles Rodas, de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, sino más bien es llevar a cabo actividades distintas a las realizadas cotidianamente, ya sea, la práctica de algún deporte o un pasatiempo que nos agrade. Refiere que en ocasiones las personas se endeudan innecesariamente para realizar el tan anhelado viaje al exterior viviendo un nivel alejado de la realidad.
El profesional recomienda ajustarse al ingreso económico con que uno cuenta y no dejarse guiar por el consumismo, siguiendo la presión de la sociedad. “Vivir de forma ilusoria y ficticia puede traer serios problemas tanto en el área financiera como física, como deudas innecesarias, bancarrota y una tensión innecesaria como consecuencia del endeudamiento. Rodas considera que la capacidad de reconocer nuestras limitaciones económicas es clave para impedir que las deudas nos golpeen.
El referente de Salud Mental señala que vivimos en una sociedad de consumo que nos hace asumir una cantidad de necesidades que son superfluas, pero las asumimos porque creemos que si no lo hacemos, no estamos en el mundo, no vivimos, no somos iguales, estamos afuera, cuando en realidad no es así.
“La capacidad de decir “NO” es fundamental para el funcionamiento del aparato psíquico, del pensar; mientras que saber “esperar” es una forma de construir procesos, y construir procesos es una forma de avanzar”, refiere, al tiempo que señala que la sociedad actual por otra parte impone vivir y disfrutar solo el hoy y el ahora, sin pensar en las consecuencias del mañana.
Aseveró que si somos capaces de soportar las exigencias de la sociedad (de moda o estilos de vida imponentes), entonces nos ahorraremos presión en áreas innecesarias.
