- Para mantener el entorno libre de amenazas se aconseja: uso de barreras de protección, inactivación y destrucción de criaderos.
Las enfermedades vectoriales representan un 17% de la carga mundial estimada de las enfermedades infecciosas. Pueden causar infecciones por diversos microorganismos, muchos de ellos, virus y parásitos, produciendo enfermedades graves. La más mortífera de todas ellas, el Paludismo, que causó 660.000 muertes en 2010.
No obstante, la enfermedad de este tipo con mayor crecimiento en el mundo es el Dengue, cuya incidencia se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años.
El Ministerio de Salud aconseja como medida preventiva, para protegerse y proteger al entorno familiar de amenaza que constituyen los vectores, hacer uso de barreras protectoras.
- Instalar mallas protectoras en puertas, ventanas y aleros, de forma a impedir el acceso de los insectos en las viviendas.
- Utilizar ropas de color claro y mangas largas que protejan de la picadura de los insectos.
- La aplicación de repelentes, especialmente a la salida y puesta del sol, también son una alternativa válida para protegerse de los vectores.
Para disminuir igualmente el riesgo a la exposición de vectores es importante reducir los criaderos de las casas y en la propia comunidad. En este sentido, el tapado de recipientes en los que se almacena agua es clave para impedir la propagación de mosquitos.
Además de esto, la eliminación de charcos y drenajes de los lugares en los que se acumula agua; la eliminación de recipientes y desechos donde se acumula agua, contribuyen al control vectorial.
Otro aspecto a tener en cuenta es el mejoramiento de las viviendas (paredes, pisos y techos) para impedir la infestación por vinchucas (chichá guasu).
Se aconseja fumigar exteriores y rociar con insecticidas de acción residual el interior de las viviendas.
La aplicación de la vacuna contra la Fiebre Amarilla es fundamental si se visitará o residirá en zonas donde existan casos de esta enfermedad.
