- Saltarse las comidas puede provocar la ingesta de mayor cantidad de alimentos.
- Influye en la mala digestión, el desarrollo de enfermedades crónicas y la aparición de una panza prominente y cartucheras.
- Nutricionistas sostienen que respetar el horario y el tiempo de las comidas es fundamental.
La alimentación se encuentra estrechamente ligada a la salud. En el ámbito laboral influye en el mejoramiento del rendimiento físico e intelectual, en la reducción de fatiga y en elevar el nivel de bienestar, siempre y cuando se realice de forma equilibrada y oportuna.
Está visto que comer más no es sinónimo de comer mejor. Hacerlo a destiempo tiene consecuencias negativas para el organismo, por lo que no se aconseja saltarse el horario de las comidas, prolongar el tiempo de una ingesta y otra, o picar entre comidas.
Alimentarse en exceso puede generar sobrepeso u obesidad, factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.
La Lic. Claralina Mendoza, nutricionista y tecnóloga de alimentos del Programa Nacional de Diabetes del MSPyBS, explica que el cuerpo está preparado para absorber, metabolizar y digerir cierta cantidad de alimentos. Cuando esa cantidad supera los parámetros normales, automáticamente el exceso que no fue absorbido se aloja como reserva de grasa en las paredes del cuerpo, especialmente si se trata de hidratos de carbono y grasas. “Cuando esto ocurre podemos ver la famosa pancita prominente y las cartucheras (almohadilla de grasa que se observa en las caderas), tanto en hombres como en mujeres, pese a que refieran una constitución física delgada”, declara la profesional.
Mendoza menciona que esto ocurre principalmente con personas que se saltan las comidas, como el desayuno y el almuerzo, y en compensación, al llegar a la casa realizan la conocida “merien-cena”. “Comen de una vez todo lo que no comieron durante el día, ingiriendo una cantidad importante de alimentos, hecho que repercute negativamente en el organismo”, señala.
La licenciada sostiene que las personas que realizan trabajos de oficina son más propensas a adoptar este tipo de prácticas. “Algunos incluso comen frente a la computadora a la par que trabajan, no respetan el horario de las comidas por lo que no se toman el tiempo para sentarse a masticar y formar bien los bolos alimenticios”, dice.
Tampoco recomienda comer rápidamente. Explica que el proceso de absorción, digestión y metabolización se logra en el transcurso de los 30 minutos. “Es el tiempo que se necesita para masticar y digerir correctamente los alimentos”, señala la nutricionista del Programa de Diabetes.
Para lograr una excelente digestión la tecnóloga en alimentos aconseja, masticar correctamente cada bocado que se lleva a la boca y cargar de forma moderada el estómago. Expone que la primera digestión inicia con la saliva.
Por otra parte, recomienda no ingerir ningún tipo de bebidas durante las comidas (entre bocados). Afirma que esta práctica produce una sensación de saciedad falsa distendiendo el abdomen, produciendo mayor fermentación. Remarca que la ingesta de líquido se debe aplicar una vez acabado de comer.
Recomendaciones para una vida saludable
Fraccionar la alimentación de cuatro a cinco comidas diarias: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena, de forma a distribuir la ingesta.
A la hora de comer, se necesita de un lugar determinado y un tiempo apropiado.
Todos, independientemente del ciclo vital a que correspondan deben verificar cuatro componentes para llevar una vida saludable:
1) Buena alimentación, equilibrada con todos los nutrientes, esto es, cumplir con la ingesta diaria de frutas y verduras.
La Lic. Claralina Mendoza recomienda una fruta en la media mañana, en vez de chipas, empanadas o sándwich de milanesa; otra a la media tarde y otra a la noche. Y de ser posible acompañar las comidas con ensaladas elaboradas con tres variedades de verduras.
2) Práctica regular de actividad física: por lo menos 30 minutos al día. La nutricionista manifiesta que los oficinistas pueden realizar estiramientos, movimientos y flexiones unos 10 minutos antes de iniciar la jornada laboral, 10 minutos a la siesta y otros 10 minutos en la casa.
3) Ambiente saludable. Evitar espacios contaminados con humo y otros tipos de contaminaciones.
4) Reducir la ingesta de bebidas alcohólicas. De ser posible evitarla.