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Experto en nutrición propone retornar a la alimentación tradicional y reducir el consumo de productos “ultraprocesados”.
- De los 20 riesgos y determinantes de muertes en el mundo, 14 están relacionados con la nutrición.
- La obesidad en alza por cambios de patrón: se redujo la lactancia materna exclusiva y el consumo de alimentos naturales, aumentando la ingesta de alimentos ultraprocesados, grasas saturadas, trans, azúcares y sodio.
- Consumo de los “ultraprocesados” tiene similares efectos sobre el organismo que el alcoholismo pero con la gran diferencia de que éstos son libres para niños/as.
Este miércoles tuvo lugar la conferencia magistral “Prevención de Enfermedades Crónicas desde la Infancia: un reto impostergable”, dictada por el experto en nutrición Manuel Peña, miembro del Grupo de Asesores de la Directora General de la OMS y encargado de elaborar el Plan Mundial de Prevención de la Obesidad, en sede de la cartera sanitaria de nuestro país.
En la ocasión, dio apertura al evento el Ministro de Salud, Dr. Antonio Barrios, quien sostuvo que en el Paraguay actual, las líneas estratégicas y los planes de acción del gobierno son muy elocuentes en cuanto a la prioridad que desde un principio otorgó a la salud integral del niño y la niña y, en este caso específico, a la prevención de la obesidad infantil. Señaló que el Ministerio recibe el apoyo de la OPS/OMS para impulsar estrategias tendientes a mejorar la calidad de la atención a menores de 5 años en los servicios asistenciales.
“Las enfermedades no transmisibles constituyen un grupo heterogéneo de padecimientos que contribuye al aumento de la mortalidad como consecuencia de un largo proceso iniciado en la niñez y la adolescencia. Enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad y el síndrome metabólico presentan una evolución natural asociada con comportamientos generados en la infancia y consolidados en la adolescencia, entre los cuales resaltan nítidamente los hábitos alimentarios no saludables y otros factores”, puntualizó el titular de Salud Pública.
El Dr. Manuel Peña, durante su conferencia magistral, explicó que existen 4 grandes factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles: la dieta no saludable, la inactividad física, el tabaquismo y el alcoholismo. De entre ellos, se refirió específicamente al primer factor, subrayando que, de los 20 riesgos y determinantes de muertes en el mundo, 14 están relacionados con la nutrición. Enfatizó en la “obesidad”, que afecta por igual a países desarrollados y en desarrollo, registrándose en Latinoamérica 3.8 millones de obesos en la franja de 0 a 5 años de edad. Según refirió, la situación se debe a cambios de patrón alimentario.
“Se redujo la lactancia materna exclusiva y el consumo de alimentos naturales y se aumentó la ingesta de alimentos ultraprocesados, grasas saturadas, trans, azúcares, sodio y energía”, señaló, al tiempo de indicar que las fuerzas que alimentan esta epidemia son la globalización de la promoción y venta de alimentos ultraprocesados, sistemas agrícolas orientados a “commodities” (usos más comerciales) y la recreación detrás de las pantallas (TV, computadoras, juegos).
El profesional clasificó los alimentos y los productos comestibles en: 1) Naturales y mínimamente procesados: verduras, frutas, carnes, leche; 2) Ingredientes culinarios: aceite, sal, harinas, azúcar; 3) Productos procesados: jamón, frutas en conserva, y 4) productos ultraprocesados: gaseosas, jugos artificiales, cereales de desayuno, lácteos modificados, salsas, galletas, chocolates, “productos listos para calentar o servir”. De éstos, según el profesional, los primeros son de consumo libre; los segundos, moderados, al igual que los terceros, y el último, de consumo mínimo, para el cuidado de la salud.
“Existen más de 9.000 aditivos y substancias contenidos en los productos ultraprocesados pero los más comunes son el azúcar, la sal, las grasas trans y las grasas saturadas. Mientras más dulce, tiene mayor duración y es menos costosa”, sostuvo Peña, puntualizando que el jarabe de maíz, presente en los productos ultraprocesados, provoca 5 riesgos a la salud: aumento de peso y obesidad, aumento de riesgo de diabetes, daño hepático a largo plazo, hipertensión y niveles elevados de colesterol malo y exposición a mercurio. El experto comparó los efectos del alcoholismo con el consumo de productos ultraprocesados, los cuales son ampliamente similares, con la grave diferencia de que estos últimos pueden ser consumidos libremente desde la niñez, por lo tanto, genera daño en el organismo ya desde edades tempranas.
Entre otras estrategias para hacer frente a las enfermedades crónicas no transmisibles, Peña puso en relieve la de volver a la alimentación tradicional. “Debemos volver a cocinar”, resaltó. Igualmente, señaló como estrategias agregar impuestos a los productos ultraprocesados, educación alimentaria efectiva, alimentos saludables en ámbitos escolares, regulación de la publicidad y actividad física.
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