- Durante rastrillaje en los barrios: Kokué Guasú, Bernardino Caballero, Pitiantuta, Tres Bocas y San Juan.
- Neumáticos usados, cubetas descartables, latas y botellas.
- La única manera de evitar que “explosión” de Chikungunya en el país es eliminando criaderos de los vectores.
Según el reporte del SENEPA, en el último rastrillaje efectuado en los barrios “Kokué Guasú”, “Bernardino Caballero”, “Pitiantuta”, “Tres Bocas” y “San Juan”, los equipos hallaron 14.564 criaderos inservibles en las casas visitadas. Entre ellos, se destacan: neumáticos usados, cubetas descartables, latas y botellas.
En la oportunidad, fueron visitadas 1.100 casas, 109 baldíos, 127 comercios y 34 construcciones, de entre las cuales 185 se mostraron renuentes a los controles y 476 estaban cerradas.
“Llama la atención la cómo siguen encontrándose numerosos criaderos de mosquitos en las casas, teniendo en cuenta que las familias conocen bien lo que se debe hacer para evitar contraer Dengue y Chikungunya, pero aun así no controlan sus viviendas”, lamentan autoridades sanitarias.
Diez minutos hacen la diferencia
En el hogar, la recolección de inservibles es fundamental. Objetos pequeños que se piensan volver a utilizar pero que realmente ya terminaron con su vida útil deben ser retirados de los hogares y puestos a disposición de las instituciones responsables.
La inspección se inicia por la parte externa o peridomicilio (jardín y/o patio), así se podrán visualizar de una manera más óptima los posibles criaderos para su eliminación o neutralización. Una vez terminado el control en el peridomicilio, se efectúan las acciones en el interior de la vivienda, comenzando por el cuarto más alejado de la entrada.
Los controles pueden tomar diez minutos al día, y pueden marcar la diferencia entre una comunidad saludable o una con enfermedades como el Dengue o Chikungunya.