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Mar 03

Hoy se recuerda el día del cuidado del oído y la audición

  • La pérdida auditiva, lesión sensorial con más prevalencia en el mundo: 5% refieren sordera o déficit auditivo.
  • Enfermedades infecciosas como meningitis, sarampión y parotiditis pueden ocasionar defectos en la audición.
  • La detección temprana en la niñez y el tratamiento oportuno evitan problemas con la adquisición del lenguaje y el aprovechamiento escolar. 

oir1Esta fecha fue propuesta como el “Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición” durante la 1° Conferencia Internacional de Prevención y Rehabilitación del Déficit Auditivo, celebrada en Beijín China, en Abril de 2007.

La pérdida auditiva se ha convertido en la lesión sensorial con más prevalencia  a nivel global, y por tanto en un problema que aumenta rápidamente en todo el mundo.

Cerca del 5% de la población mundial (alrededor de 360 millones de personas) presentan pérdidas de audición que se consideran discapacitantes. De esto, 32 millones son niños/as, según datos de la OMS. La inmensa mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos.

La sordera se define como la pérdida completa en uno o ambos oídos; y por defecto de audición se entiende como la pérdida completa o parcial de la capacidad de oír. La pérdida auditiva puede deberse a factores hereditarios, infecciones congénitas,  edad avanzada, exposición al ruido y uso de medicaciones ototóxicas. También las enfermedades infecciosas como la meningitis, sarampión y parotiditis pueden ocasionar defectos de audición, principalmente en la niñez, pero también en época posterior de la vida.

La obstrucción del conducto auditivo por la acumulación de cerumen o el encajamiento de cuerpos extraños puede causar igualmente pérdida de la audición a cualquier edad. Dicho trastorno suele ser leve y se puede corregir fácilmente.

La repercusión más evidente de la pérdida de audición en la niñez tiene que ver con la adquisición del lenguaje, pero el trastorno también afecta al aprendizaje en su conjunto y al desarrollo de aptitudes y actitudes sociales, incluida la autoestima.

La pérdida de audición no tratada a menudo se acompaña de un rendimiento académico deficiente, que puede desembocar en un peor rendimiento profesional y, más adelante, en la disminución de las posibilidades de empleo.

Expertos en el ámbito refieren que la discapacidad auditiva puede prevenirse con medidas de salud pública como la vacunación y prácticas seguras en materia de higiene del trabajo.

El problema auditivo puede tratarse apropiadamente mediante la detección temprana. El tratamiento depende de la causa y puede ser médico, quirúrgico o mediante implantes cocleares o audífonos.

En los bebés y los niños/as menores de edad, el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno evitan problemas con la adquisición del lenguaje y el aprovechamiento escolar.

La OMS sugiere algunas estrategias de prevención sencillas:

  • Vacunar a los niños/as contra las enfermedades propias de la infancia, en particular el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis.
  • Aplicar la vacuna contra la rubéola a las mujeres adolescentes y en edad de procrear antes de que se embaracen.
  • Efectuar pruebas de detección para descartar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas.
  • Mejorar la atención prenatal y perinatal, en particular mediante la promoción de los partos sin riesgos.
  • Evitar el uso de medicamentos ototóxicos a menos que sean recetados por un médico calificado y la posología sea vigilada cuidadosamente.
  • Cuando sea necesario, remitir a los bebés con riesgo elevado de sufrir estos problemas (por ejemplo, los que presentan antecedentes familiares de sordera, peso bajo al nacer o han sufrido asfixia del parto, ictericia neonatal, meningitis, etcétera) para la evaluación y el tratamiento.
  • Disminuir la exposición (por motivos de trabajo o personales) a los sonidos y ruidos excesivamente altos mediante la concientización, el uso de dispositivos de protección personal y la aplicación de leyes adecuadas.

Fuente: OMS.