- Esto es, comer alimentos sanos, limitar la cantidad de sal, beber abundante agua, no fumar y evitar el abuso del alcohol.
- También es necesario controlar el nivel de azúcar y de presión arterial.
Mantener en condiciones el funcionamiento de los riñones es esencial, ya que estos órganos contribuyen a eliminar los desechos del organismo, equilibrar los fluidos, mantener la presión sanguínea bajo control, conservar los huesos sanos y ayudar a producir glóbulos rojos.
Una vez que los riñones se han dañado, no pueden filtrar la sangre ni realizar ninguna otra función en forma normal.
Este daño puede darse debido a una lesión física o a una enfermedad, como la diabetes y la hipertensión y puede generar insuficiencia renal.
A continuación exponemos las siete reglas de oro para cuidar los riñones:
1) Mantenerse activo. Hacer actividad física ayuda a reducir la presión arterial y por lo tanto reduce el riesgo de insuficiencia renal crónica.
2) Comer sano y mantener un peso adecuado. Incorporar diariamente a la dieta alimentaria frutas y verduras. Esto puede ayudar a prevenir la diabetes, enfermedades cardiacas y otras condiciones asociadas con la enfermedad renal crónica.
También se recomienda disminuir el consumo de sal, para evitar incremento de presión arterial, factor que predispone al fallo renal.
3) Mantenerse hidratado. Beber abundante agua es fundamental para mantener los riñones en óptimas condiciones. Se aconseja consumir de 2 a 3 litros diarios.
4) Controlar el nivel de azúcar en sangre. Aproximadamente la mitad de las personas que tienen diabetes desarrollan daño renal, por lo que es importante para las personas con diabetes realicen exámenes periódicos.
5) Mantener la presión arterial controlada: el aumento de presión puede conducir a un derrame cerebral o ataque al corazón; también es la causa más común de daño renal.
6) Evitar vicios. El alcohol contribuye a que el riñón elimine más agua de la que ingiere. Su abuso puede incrementar las posibilidades de una falla renal evitando que los riñones mantengan el equilibrio de los minerales y los líquidos del cuerpo, produciendo una obstrucción en su capacidad de filtrado.
Fumar disminuye el flujo de sangre a los riñones. Cuando llega menos sangre a los riñones se deteriora su capacidad de funcionar correctamente. Fumar también aumenta el riesgo de cáncer de riñón en un 50 por ciento.
7) No tomar pastillas de venta libre de forma regular. Medicamentos comunes, entre ellos, anti inflamatorios como el ibuprofeno y diclofenac son conocidos por causar daño renal crónico si son consumidos de manera regular.
8) Revisar la función renal. Sobre todo si se cuenta con factores de alto riesgo como, diabetes, presión alta, obesidad o sufre enfermedad renal.