- Así como otras bebidas con alcohol, debido a los efectos secundarios que puede causar a estos grupos.
- La ingesta de alcohol, por más mínima que sea, puede potenciar sus efectos en aquellos que están con medicamentos, incapacitar a la persona para manejar e intoxicar el músculo cardíaco a los enfermos cardiovasculares.
En estas fiestas, es importante que los adultos tomen conciencia y no permitan que sus hijos menores de edad participen de la ingesta de clericó, puesto que esta bebida por lo general contiene alcohol. Tampoco es recomendable que participen del brindis con sidra u otras bebidas con alcohol.
Es imperioso prestar real atención a las bebidas mezcladas con frutas y/o saborizantes ya que, como son muy dulces, no se perciben los efectos de las mismas en un primer momento, y por ende su consumo se realiza en mayor cantidad.
Erróneamente se percibe a este tipo de bebida como más inocua, cuando en realidad no lo es; esta creencia en ocasiones lleva a muchos padres a compartir con sus hijos bebidas azucaradas con alcohol, como el caso del clericó y los cocteles de durazno con sidra.
Hay que entender que, la ingesta mínima de alcohol o de alguna bebida que lo contenga, indefectiblemente afecta al organismo.
La ingesta de clericó y otras con alcohol también está restringido a las personas que se encuentran bajo tratamiento con medicamentos y a aquellas que sufren enfermedades cardiovasculares.
Hay que tener en cuenta las posibilidades de interacciones negativas que existe entre los fármacos y las bebidas alcohólicas, especialmente si se trata de una medicación psiquiátrica. Hay un efecto que se denomina potenciación, esto es, la persona toma su medicamento, toma alcohol, y se potencia el efecto.
En cuanto a los que padecen afecciones cardiovasculares, la precaución dentro de este grupo debe ser extrema, puesto que la bebida con alcohol es tóxica para el músculo cardiaco y puede llevar a una miocardiopatía.
La restricción de ingesta de alcohol se extiende igualmente a los conductores de vehículos. Cabe resaltar que al cuerpo le lleva 72 horas eliminar el alcohol que ha ingresado al organismo, independientemente a los fármacos que se consuma para contrarrestar los síntomas de la resaca. Por más de que la persona no se sienta borracha, el tiempo de respuesta se retrasa, por lo cual ya está incapacitada para manejar.