- Consulte con el médico para conocer el tratamiento adecuado.
- Identifique los factores de la enfermedad.
La rinitis es una inflamación del revestimiento mucoso de la nariz, caracterizada clínicamente por uno o más síntomas: rinorrea, estornudo, prurito (picor) nasal, congestión nasal, drenaje (secreción) postnasal.
Si el motivo del trastorno se identifica claramente con un determinado alérgeno, por ejemplo con los ácaros del polvo doméstico, el tratamiento de la rinitis pasa entonces por evitar que entre en contacto con nosotros.
En el caso de los ácaros unas buenas medidas preventivas son poner fundas especiales en el colchón, lavar semanalmente con agua a más de 60 grados centígrados la ropa de la cama y quitar las moquetas y alfombras de la casa.
No siempre es así de sencillo rehuir el foco de riesgo –entre otras razones, porque la persona alérgica lo suele ser a varias sustancias a la vez, no todas ellas fácilmente controlables-, por lo que en la mayoría de los casos, y más en aquellos en los que la causa de la rinitis es intrínseca o desconocida, la acción terapéutica debe sustentarse en el empleo de medicamentos. De todos ellos, los más empleados en la actualidad son los antihistamínicos de segunda generación, que carecen de efectos sedantes, y de corticoides cuando se precisan tratamientos prolongados.
Si se identifican alergenos específicos, el tratamiento para la rinitis alérgica perenne es muy similar al de la rinitis alérgica estacional. A pesar de que, por lo general, no se recomienda el uso de corticosteroides orales, los aerosoles nasales de venta con receta pueden ser muy beneficiosos.
Las gotas nasales o los aerosoles descongestionantes de venta libre no deberían ser utilizados durante más de unos pocos días cada vez, porque recurrir a ellos continuamente durante una semana o más puede producir un efecto rebote que puede empeorar o prolongar la inflamación nasal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades respiratorias, son infecciones que afectan principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracterizan por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza y malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis.
La mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas, sin embargo, en niños/as pequeños/as, adultos/as mayores y personas aquejadas de otras afecciones graves, la infección puede conllevar graves complicaciones.
Es necesario tener en cuenta siempre las siguientes recomendaciones del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social:
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca con un pañuelo o con el interior del codo;
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, principalmente después de limpiarse la nariz, antes de ingerir alimentos y al regresar a la casa. El uso de alcohol en gel es una alternativa para la higiene de las manos.
- Utilizar siempre pañuelos descartables.
- Limpie todas las áreas del establecimiento en forma rutinaria, en especial las áreas o materiales que estén en contacto con las personas que circulan o permanecen en la institución, como manijas de puertas, barandas de apoyo, aparatos telefónicos, entre otros.
- Evite concurrir a lugares de hacinamiento (shopping, supermercado, entre otros), especialmente si está enfermo/a, de forma a impedir la diseminación del virus (auto- distanciamiento)