- Dispositivos no son inocuos.
- Función no está avalada por la OMS.
- Mecanismo produce más adicción, antes que curar.
La Dra. Claudia Sánchez, Directora del Programa Nacional de Control de Tabaquismo indicó que la utilización de los cigarrillos electrónicos aún no tiene visto bueno de los organismos de salud a nivel mundial y mucho menos a nivel nacional.
“Se están haciendo estudios para ver el impacto en el consumo, aunque la estrategia que estamos realizando para el paciente dependiente de la nicotina, que es lo que provoca adicción en el cigarrillo, es desaprender la conducta del fumador. Con el cigarrillo electrónico se preserva es conducta”, refirió.
A decir de la Dra. Sánchez, el cigarrillo electrónico es un producto que tiene su costo, porque la persona que depende de este método, al momento de no poder seguir adquiriendo el cartucho para recargar el dispositivo, probablemente recurrirá nuevamente al cigarrillo habitual porque se preserva la conducta del fumador y por su accesibilidad económica.
“La nicotina es la sustancia que mantiene la acción de la persona y los cigarrillos electrónicos tienen un compuesto de la misma sustancia, en otras proporciones, pero que produce que la persona lo lleven a la boca una mayor cantidad de veces”, advirtió.
La Directora del Programa Nacional dijo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no avala este dispositivo, pues no favorece a la rehabilitación del paciente. Existen estrategias psicológicas, de motivación, consejería y otros más que son implementados por los servicios de nuestro país.
“En el proceso de rehabilitación tendemos a deshabituar al paciente de este vicio; con el cigarrillo electrónico se preserva esa conducta, lo que no favorece. Hay pocos estudios pero hasta que no tengamos el aval que de vía libre para ser utilizado como medio terapéutico, no podemos aconsejarlo”, expresó.
En la región países como Argentina, Uruguay, Colombia y otros de Centroamérica han prohibido su venta.
“Los cigarrillos electrónicos no son productos inocuos, pues generan la conducta fumadora. La Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos afirma que contienen ingredientes que producen cáncer (como las nitrosaminas) y otros químicos tóxicos peligrosos para la salud. En un comunicado de prensa de septiembre del 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que NO considera que los cigarrillos electrónicos sean un tratamiento legítimo para quienes están tratando de dejar de fumar”, recalcó Sánchez.
Estos cigarrillos electrónicos fueron creados en China en el año 2004 y se parecen a un cigarrillo común; están hechos de acero inoxidable, tienen una cámara con nicotina líquida en diferentes concentraciones y son alimentados por una batería recargable. Pueden contener cartuchos de hasta 24 miligramos de nicotina.
Se ofrecen como una alternativa al cigarrillo tradicional, destinada tanto al público que desea seguir fumando sin inhalar las más de 7.000 sustancias tóxicas del tabaco, como al público que no quiere dañar la salud de las personas que están a su alrededor. También son promocionados como alternativas “saludables” para dejar de fumar.